¿Qué santo se celebra hoy, domingo 24 de septiembre? Todo lo que debes saber del santoral de hoy

El santoral cristiano es un calendario de santos y beatos que son honrados por los fieles en una fecha específica. Estas conmemoraciones se mantienen y se celebran para que los católicos de todo el mundo recuerden su sacrificio y para que su vida de rectitud sirva como una referencia y guía moral para todos ellos. Dada la larga historia de la Iglesia Católica, es común que haya más de una celebración en el mismo día.

Este domingo 24 de septiembre, celebramos la vida y la obra de San Anatolio de Milán, San Antonio González, San Gerardo Sagredo, San Isarno de Marsella, San Lupo de Lyon, San Pacífico de San Severino, San Rústico de Auvernia, el Beato Antonio Martín Slomsek, la Beata Columba Gabriel, el Beato Dalmacio Moner, la Beata Encarnación Gil Valls, el Beato José María Ferrándiz Hernández, el Beato José Raimundo Ferragud Girbés y el Beato José Raimundo Pascual Ferrer Botella.

La devoción a la “Virgen de la Merced”

Durante la Edad Media, el Mediterráneo estaba plagado de piratas musulmanes que atacaban las poblaciones costeras europeas y capturaban prisioneros cristianos. Después, los metían en sus barcos y los llevaban al norte de África, donde sufrían los suplicios de la esclavitud y los trabajos forzados.

Un comerciante de origen francés pero establecido en Barcelona llamado Pedro Nolasco se sentía profundamente conmovido por esta dramática situación. Así que se propuso liberar a tantos prisioneros cristianos como fuera posible. En un principio utilizó su propio patrimonio y sus propias mercancías, para intercambiarlas a cambio de esclavos que luego liberaría. Sin embargo, en el año 1218, la Virgen se apareció a Pedro Nolasco y le encargó la creación de una orden compuesta por hombres valientes que liberaran a los esclavos cristianos en su nombre.

El 10 de agosto, día en que se fundaría la Orden de la Merced, Nolasco se reunió con su confesor, San Raimundo de Peñafort, y con el rey, Jaime I de Aragón. Durante la conversación, los tres testificaron que la Virgen se les había aparecido a cada uno, de forma independiente, para comunicarles el mismo deseo.

Ese mismo día, Pedro Nolasco (con el decidido apoyo del rey y de San Raimundo de Peñafort) fundó en Barcelona la “Orden Real y Militar de Nuestra Señora de la Merced y la Redención de los Cautivos", más conocida como “Orden de la Merced, que tendría por misión la liberación de los cristianos cautivos en el norte de África.

Muchos de los miembros de la nueva Orden eran religiosos que dedicaban su tiempo a la oración y a recolectar limosnas para los cristianos que se encontraban en cautiverio. Otro grupo dentro de la Orden estaba conformado por los caballeros que regresaban a los campos para comprar la libertad de los cristianos o intercambiar lugares con ellos, garantizando así su liberación.

Además de los votos de pobreza, castidad y obediencia, los mercedarios hacían un cuarto voto por el que se comprometían a dedicar su vida a liberar esclavos, y, si era necesario, quedarse en el lugar de algún cautivo en peligro de perder la fe o por el que no hubiera suficiente dinero para pagar su liberación. Muchos mercedarios entregaron la vida por esta causa, siempre acogiéndose a la "merced" de Nuestra Madre.

Con el tiempo, se estima que alrededor de trescientos mil prisioneros cristianos fueron liberados por la Orden.