Quinto centenario de Teresa de Jesús
«Santa Teresa es ejemplo para jóvenes y enfermos»
El Papa venera el bastón de la Santa de Ávila, ante el que mostró su espontaneidad: «¿La ‘‘vieja’’ caminaba con esto?»
-«¿La vieja caminaba con esto?» Con esta espontaneidad reaccionó el Papa Francisco cuando le mostraron ayer, al término de la audiencia general en la plaza de San Pedro del Vaticano, el bastón que utilizaba Santa Teresa de Jesús y que besó con devoción. Al llamarla «vieja», Jorge Mario Bergoglio no faltó al respeto a la santa abulense, pues es un término que se utiliza en América Latina de forma coloquial para referirse con cariño a un amigo cercano o familiar.
El bastón se lo mostraron al Pontífice los organizadores de Camino de la Luz, una peregrinación que desde el pasado 15 de octubre ha recorrido los cinco continentes con motivo del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús. Según el carmelita Antonio González, secretario general de las celebraciones de este aniversario, se trata de la primera vez que un obispo de Roma toca este bastón de madera de avellano, pues cuando Juan Pablo II visitó Ávila en 1983 no no fue sacado de su vitrina. «Este encuentro de alguna manera es como si Santa Teresa viene a visitar al Papa Francisco», dijo González. La cita de ayer con el Pontífice constituye el gran momento de la peregrinación, antes de volver a España para celebrar el 28 de marzo los 500 años del nacimiento de la mística.
Durante su catequesis, Francisco mencionó el aniversario de la santa abulense, de quien pueden aprender mucho los jóvenes, los enfermos y los recién casados: «En este mes recordamos el quinto centenario del nacimiento en Ávila de Santa Teresa de Jesús. Que su vigor espiritual os estimule a vosotros, queridos jóvenes, para testimoniar con alegría la fe en nuestra vida; que su confianza en Cristo Salvador os sostenga a vosotros, queridos enfermos, en los momentos de mayor desaliento; que su incansable apostolado os invite a vosotros, queridos recién casados, a poner a Cristo en el centro de vuestra casa conyugal».
Los ancianos volvieron a estar en el centro de las preocupaciones del Papa. Durante su alocución, manifestó su deseo de que la Iglesia «desafíe la cultura del descarte con un nuevo abrazo desbordante de alegría entre jóvenes y ancianos». «¡Es lo que pido hoy al Señor: este abrazo!», exhortó Francisco. Subrayó que su petición iba dirigida a todas las comunidades cristianas, para que «brinden al mundo un testimonio de respeto y veneración hacia los ancianos, conscientes de que ellos pueden transmitir de forma privilegiada el sentido de la fe y de la vida». Su preocupación por los más débiles volverá a quedar de manifiesto en la celebración del próximo Jueves Santo, cuando se desplazará a la cárcel romana de Rebibbia para compartir esta festividad de la Semana Santa con los presos. Celebrará la misa de la Cena del Señor con ellos y lavará los pies a algunos detenidos, tanto hombres como mujeres. En 2013 Bergoglio pasó su primer Jueves Santo como obispo de Roma en una prisión de menores. El año pasado eligió para celebrar esta festividad un centro de atención para enfermos terminales, ancianos y minusválidos.
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