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Ciudad del Vaticano

Una nueva Constitución para la Curia

Una nueva Constitución para la Curia
Una nueva Constitución para la Curialarazon

El Papa Francisco no se conforma con lavarle la cara a la Curia romana. Pretende ir más allá y poner en marcha una reforma profunda que le permita dejar atrás los problemas que han lastrado su labor en los últimos años y así consiga la agilidad y profesionalidad suficientes para responder a las necesidades que tiene hoy la Iglesia católica. El obispo de Roma piensa hacer este cambio partiendo de la Constitución Apostólica que determina el funcionamiento de la Santa Sede, la «Pastor Bonus», aprobada por Juan Pablo II en 1988. De esta manera, no pretende actualizar el texto con algunos retoques o modificaciones parciales, sino redactar un nuevo documento.

En su Constitución Apostólica, cuya redacción y publicación no serán inmediatas, Francisco incluirá las propuestas recogidas en todo el orbe católico por los ocho purpurados miembros del «consejo de cardenales», con los que el Papa se ha reunido durante los últimos tres días. También ha recibido consejos por otras vías, como los distintos dicasterios vaticanos, la Secretaría de Estado o el Colegio Cardenalicio, entre otras.

Fue el director de la oficina de Prensa de la Santa Sede, el jesuita Federico Lombardi, quien informó ayer a los periodistas de las deliberaciones del comité. «Debemos esperarnos una nueva "Pastor Bonus", no retoques de sus partes ni de adecuar pequeñas cosas», enfatizó el portavoz. Además, entre las deliberaciones que Lombardi anunció destaca la reflexión sobre el papel «de servicio» que debe tener la Curia romana tanto con la Iglesia universal como con las distintas iglesias locales. Ésta debería ser su postura, no un «ejercicio de poder centralista», comentó Lombardi. En las reflexiones sobre esta cuestión, los ocho purpurados y el Santo Padre trataron en particular las funciones y el lugar que debe ocupar la Secretaría de Estado, convertida en los últimos años en el cuello de botella por el que debían pasar todos los asuntos y decisiones de la Iglesia, incluso los más nimios. Según el portavoz, en las reuniones se acordó que este organismo, que a partir del próximo día 15 estará comandado por el arzobispo italiano Pietro Parolin, «debe ser a todos los efectos la secretaría del Papa». Estas indicaciones, constató Lombardi, le serán muy útiles a monseñor Parolin cuando dentro de dos semanas recoja el testigo que le dejará el cardenal Tarcisio Bertone. En cuanto a la relación del Papa con los jefes de dicasterios, con los dicasterios y las oficinas de la curia, Lombardi detalló que «se ha hablado de todo esto, pero no hay decisiones tomadas, son las hipótesis que barajó el Papa con el Consejo de Cardenales».

Nueva figura

Durante el llamado «G-8» de los cardenales con el Papa se debatió sobre otra de las ideas con las que se lleva semanas especulando en los corrillos vaticanos: la creación de una nueva figura en la Santa Sede, la del moderador de la curia romana. Esta figura fue objeto de controversia ya que los expertos estuvieron analizando cuáles deberían ser las funciones que tendría que llevar a cabo. Pese a la enorme expectación al respecto, el «consejo de cardenales» sólo trató por encima las cuestiones financieras. Decidió esperar a que la comisión de control creada por el Papa para estos temas avanza en su trabajo.

Otro asunto debatido fue el papel de los laicos dentro de la institución católica. En concreto, los purpurados detallados que han recibido un gran número de peticiones. El director de la Oficina de Prensa del Vaticano adelantó que «los miembros del concilio trajeron a la mesa inquietudes de diversas partes del mundo. Y al pensar en la reforma de la Curia, del gobierno de la Iglesia y de su futuro habrá una atención específica relacionada con los laicos». Lombardi añadió que se ha hablado sobre cómo hacer que esta dimensión de la realidad de la Iglesia esté cada vez más reconocida de forma eficaz y adecuada.

Los cardenales, que hoy viernes viajarán con el Santo Padre hasta Asís, posiblemente vuelvan a reunirse hasta en dos ocasiones. La primera cita será del 3 al 5 de diciembre y otra reunión se celebrará durante los primeros meses del próximo año, en enero o febrero.