Religion

Una reunión familiar en Irlanda que busca revitalizar la Iglesia

El Papa llegará a Dublín el próximo 25 de agosto para presidir la ceremonia de clausura del Encuentro Mundial de las Familias. Desde hoy, la semana estará repleta de actos y celebraciones que se repartirán entre las 26 diócesis del país

El país se encuentra inmerso en los preparativos para la llegada de Francisco / Reuters
El país se encuentra inmerso en los preparativos para la llegada de Francisco / Reuterslarazon

El Papa llegará a Dublín el próximo 25 de agosto para presidir la ceremonia de clausura del Encuentro Mundial de las Familias. Desde hoy, la semana estará repleta de actos y celebraciones que se repartirán entre las 26 diócesis del país.

Que la familia ha sido uno de los ejes del Pontificado del Papa Francisco ha quedado de manifiesto en varias ocasiones, por ejemplo, con los dos Sínodos sobre este tema que él mismo convocó en 2014 y en 2015 y que dieron como resultado la exhortación apostólica «Amoris Laetitia» que tanto ha dado de qué hablar. El Encuentro Mundial de las Familias que comienza hoy en Dublín bajo el lema «El Evangelio de las Familias: Alegría del Mundo» –el anterior se celebró en Filadelfia en 2015– y que contará con su presencia es otro buen ejemplo.

Estos acercamientos, junto a las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ), son centrales en la vida de la Iglesia porque, entre otras cosas, miden su vitalidad. El de Irlanda será uno de los eventos eclesiales más multitudinarios de los últimos años y pretende tender la mano a las familias del mundo, recordándoles que son una prioridad.

Aunque el Papa solo participará los últimos dos días –25 y 26 de agosto– y presidirá el llamado Festival de las Familias y la misa de clausura, toda la semana estará repleta de actos y celebraciones. La ceremonia de apertura se celebrará de manera simultánea en todas y cada una de las 26 diócesis de Irlanda esta noche, aunque la de Dublín será la principal.

El Congreso Pastoral será otro de los epicentros de la semana, y en él se profundizará en la exhortación posinodal a través de diversos paneles y conferencias. Entre los ponentes, el arzobispo de Westminster, cardenal Vincent Nichols, que pronunciará una conferencia sobre «La Familia y el Amor», o el Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida del Vaticano, el cardenal Kevin Farrel que hablará de «La Familia y la Esperanza».

Los actos principales tendrán lugar en la Royal Dublin Society, que cuenta con un estadio multiusos. La semana por antonomasia de la familia contará además con un programa diario de talleres y celebraciones en los que se rezará por todos los presentes. También se celebrará una misa diaria a la que todos los peregrinos podrán asistir.

La de Francisco será la primera visita papal a este país desde que Juan Pablo II lo hiciera en 1979. Aunque se desconoce lo que dirá Francisco los dos días que pase en suelo irlandés, lo más probable es que con sus palabras defienda la familia tradicional formada entre un hombre y una mujer, así como la vida desde su concepción hasta su muerte natural. Pero Francisco se encontrará también con una gran parte de la sociedad que perdió hace años la credibilidad en la Iglesia Católica a raíz del escándalo por los 25.000 niños abusados por más de 400 religiosos y 100 seglares desde los años 30 hasta los 80.

Benedicto XVI dijo entonces sentir «rabia y vergüenza» y los tildó de «crímenes odiosos». En marzo de 2010, el Papa alemán publicó una carta a los católicos de Irlanda en la que se dirigía también a las víctimas: «Sé que nada puede borrar el mal que habéis soportado. Vuestra confianza ha sido traicionada y vuestra dignidad ha sido violada. Muchos habéis experimentado que cuando teníais el valor suficiente para hablar de lo que os había pasado, nadie quería escucharos. Los que habéis sufrido abusos en los internados debéis haber sentido que no había manera de escapar de vuestros sufrimientos. Es comprensible que os resulte difícil perdonar o reconciliaros con la Iglesia», escribió.

Una crisis similar a la que vive estos días la Iglesia en Chile por los abusos cometidos por parte de algunos sacerdotes y encubiertos supuestamente por algunos obispos. Pero también se asemeja a la que sufrió la Iglesia de Estados Unidos hace años con los abusos sexuales en Boston y la de estos días a raíz de un informe publicado en Pensilvania. Un hecho por el que el Vaticano acaba de asegurar sentir «vergüenza y dolor» y de expresar que «las víctimas deben saber que el Papa está de su parte».