Bienestar

Ni a 120 ni a 80: ¿a cuánto se debe tener la tensión a partir de los 60 años?

Descubre los consejos para mantener la tensión estable al llegar a la tercera edad

¿A qué hora hay que acostarse si se tiene la tensión alta?
¿A qué hora hay que acostarse si se tiene la tensión alta? Agencia AP

Con el paso de los años, nuestro cuerpo experimenta numerosos cambios que afectan directamente a la salud cardiovascular. La tensión arterial, tiende a modificarse con la edad, especialmente a partir de los 60. Es en esta etapa cuando el control de la presión arterial cobra aún más importancia para prevenir enfermedades graves como el infarto, el ictus o la insuficiencia renal.

Muchas personas mayores desconocen cuál es la cifra ideal de tensión arterial para su edad y continúan guiándose por los valores estándar que se aplican a adultos jóvenes. Sin embargo, los expertos coinciden en que la tensión óptima en mayores de 60 años no siempre coincide con la clásica "120/80", y forzarla a esos niveles puede incluso ser contraproducente. Entonces, ¿cuál es la cifra adecuada?

¿Qué tensión es normal a partir de los 60 años?

A partir de los 60 años, la tensión arterial tiende a subir ligeramente de forma natural. Por ello, muchos médicos consideran aceptable una presión sistólica (el número más alto) entre 130 y 139 mmHg, y una diastólica (el número más bajo) entre 70 y 79 mmHg. Según la Sociedad Europea de Cardiología, mantener la presión por debajo de 140/90 es un objetivo razonable para personas mayores activas, sin otras patologías graves.

Eso sí, es fundamental que estos valores se mantengan estables y no se disparen en reposo o tras esfuerzos leves. Una tensión demasiado baja (por debajo de 110/70) también puede suponer un riesgo en personas mayores, especialmente si sufren mareos, debilidad o caídas frecuentes.

Riesgos de una tensión mal controlada en la tercera edad

Tener la tensión por encima de 140/90 durante un periodo prolongado incrementa el riesgo de padecer problemas cardiovasculares como infartos, accidentes cerebrovasculares o insuficiencia cardíaca. Además, la hipertensión suele ser silenciosa, no causa síntomas evidentes hasta que el daño ya está hecho.

Por otro lado, intentar forzar una tensión muy baja mediante medicación o dieta puede derivar en hipotensión, lo que en mayores de 60 años puede provocar mareos, fatiga y caídas peligrosas. Por eso, el seguimiento médico individualizado es clave.

¿Cómo mantener la tensión estable después de los 60?

  • Dieta equilibrada: rica en frutas, verduras, legumbres, frutos secos sin sal y alimentos bajos en sodio.
  • Actividad física moderada y regular, como caminar 30 minutos al día o hacer ejercicios de bajo impacto.
  • Control del estrés y buen descanso: dormir entre 7 y 8 horas diarias y evitar el consumo excesivo de cafeína o alcohol.
  • Revisiones médicas periódicas: tomar la tensión de forma regular en casa o en consulta, y ajustar la medicación si fuera necesario.