Entre el 15 y el 20% de las mujeres con cáncer de mama no se cura, a pesar de los avances

Hace menos de un mes, colectivos de pacientes con cáncer de mama metastásico consiguieron algo histórico: la financiación en España de nuevas indicaciones de dos fármacos oncológicos con resultados revolucionarios en la supervivencia y la calidad de vida de enfermas que, sin ellos, estaban deshauciadas. Sin embargo, aún queda mucho por conseguir, ya que hay al menos otros 7 medicamentos indicados para distintos tipos de tumores dentro de este diagnóstico que, muchos meses después de haber sido aprobados por la Agencia Europea del Medicamento (EMA), aún no están cubiertos por el Sistema Nacional de Salud (SNS), bien porque han sido rechazados o porque están pendientes de valoración.

Pese a los increíbles avances que se han producido en los últimos 15 años en el área de la Oncología (inmunoterapias, terapias dirigidas, medicina de precisión, entre otras), que han cambiado completamente el panorama en tumores como los de mama, entre el 15 y el 20% de las mujeres con este tipo de cáncer no se cura, y entre el 5 y el 6% solo sobrevive 5 años. Además, entre las causas más frecuentes de fallecimientos por cáncer, el cáncer de mama es el cuarto que más muertes causa globalmente, y el primero en mujeres (6.677 mujeres fallecen al año de cáncer de mama).

Supervivencia de 5 años

De los 35.000 casos de cáncer de mama que se diagnostican anualmente en España, alrededor del 30% desarrollarán metástasis, es decir, unos 10.500 al año. Para estas pacientes –dado que en su mayoría son mujeres– aún no hay posibilidad de curación y a lo máximo que pueden aspirar a día de hoy es a la cronificación de su enfermedad. Aunque la supervivencia en cáncer metastásico es cada vez más prolongada, también es cierto que a los cinco años está en un 28% (4 o 5 años) mientras que la media para todos los casos de cáncer de mama es del 85%.

Para Raquel Campoy, de 43 años y con cáncer de mama metastásico, ya han pasado 4 de esos 5 años. En 2020, al día siguiente de dar a luz a su segundo hijo- una niña- le diagnosticaron un cáncer de mama HER2 positivo -uno de los más agresivos- con metástasis en los huesos. Hoy, Raquel ha abierto un reto de recaudación de fondos para que la investigación le de otra oportunidad de vida, pero el tiempo apremia. Tiene metástasis en los huesos y en el cerebro, pero también un marido y dos hijos de 4 y 5 años para los que quiere vivir el tiempo suficiente para que puedan recordarla.

Por ello, organizaciones como la Fundación CRIS contra el cáncer dedican sus esfuerzos a financiar la investigación para desarrollar nuevas terapias que permitan una larga vida para estas mujeres. La Fundación, con sus oncólogos expertos en mama y sus científicos, trabajan a fondo en la recaudación de recursos para acelerar la investigación y encontrar tratamientos eficaces para el cáncer de mama metastásico.

La directora de la Fundación CRIS contra el cáncer, Marta Cardona, asegura "que estos datos demuestran la necesidad de investigar a contrarreloj y para ello dotar de los recursos necesarios a los expertos". "No hay plan B, el único plan es investigar. La investigación es lo único que nos permite conocer mejor a los tumores, entender mejor por qué aparecen y cómo funcionan, diseñar estrategias novedosas para atacarlos, y crear nuevas terapias cada vez más efectivas", señala.

15 meses de retraso

Por otra parte, desde la Fundación CRIS contra el cáncer se apremia a las instituciones públicas (Ministerio de Sanidad y Comunidades Autónomas) a llegar a un acuerdo para acortar la aprobación de medicamentos para el cáncer. Según el informe "Reflexión sobre la situación actual de España y posibles áreas de mejora en el acceso de los pacientes a la innovación oncológica", una iniciativa de la Fundación ECO con datos de 2018 y 2019, los fármacos innovadores en cáncer tardan 15 meses (650 días) en financiarse en nuestro país, a lo que hay que sumar 3 meses y medio más si se trata de una nueva indicación. Además, una vez incluidos, el 40% de ellos presentan alguna restricción en la población elegible.