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El sarampión borra la memoria del sistema inmunológico

Vacunarse contra la infección no sólo protege contra el virus, sino que evita que el escudo del organismo pierda sus defensas durante tres años

El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa, que afecta sobre todo a los niños
El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa, que afecta sobre todo a los niñoslarazon

Tres años expuestos a que cualquier infección, incluso la más leve deje una enorme huella en el organismo, e incluso ponga en riesgo su funcionamiento. Esta es una de las conclusiones a las que llegan dos nuevos estudios publicados en la revista «Science» sobre los beneficios de la vacunación contra el sarampión. «Siempre se ha sospechado que inmunizar contra la infección tenía beneficios más allá de la misma. Porque se observaba que había menos incidencia de otras patologías víricas y bacterianas», explica Ruth Figueroa perteneciente al Servicio Microbiología y Control de Infección OSI Bilbao-Basurto del País Vasco y presidenta del Grupo de Trabajo de Vacunas de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc).

El artículo resume que durante la última década se ha acumulado suficiente evidencia de que la vacuna contra el sarampión protege no de una, sino dos maneras: no sólo previene la enfermedad aguda conocida con manchas y fiebre que con frecuencia envía a los niños al hospital –porque es letal en uno de cada mil casos–, sino que también parece ayudar contra otras infecciones a largo plazo.

Como cuenta Federico Martinón-Torres, jefe del Servicio de Pediatría y director de Investigación Pediátrica Clínica, Infectológica y Traslacional del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, «algunas investigaciones, como la presente, han apuntado que la inmunización fortalece de forma general al sistema inmune. Además, han planteado la hipótesis de que los efectos protectores extendidos de la misma provienen de la prevención de la infección por sarampión. Según esta teoría, el virus puede dañar la memoria inmune del cuerpo, causando la denominada amnesia inmune. Al proteger contra el patógeno, la vacuna evita que el cuerpo pierda u “olvide” su memoria inmunológica y preserva su resistencia a otras infecciones. Algunos trabajos anteriores ya venían insinuando de la existencia de efectos de la ausencia de recuerdos, mostrando que la supresión inmune después de la infección por sarampión podría durar hasta dos o tres años».

¿Por qué se altera?

Este último trabajo pertenece a un grupo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard (EE UU). Los investigadores muestran que el virus del sarampión elimina del 11 al 73% de los diferentes anticuerpos que protegen contra las cepas virales y bacterianas a las que una persona con un sistema inmune completo, desde influenza hasta virus del herpes y bacterias que causan neumonía e infecciones de la piel. Entonces, si una persona tenía 100 anticuerpos diferentes contra la varicela antes de contraer sarampión, podría verse mermado a sólo 50 tras su paso, reduciendo a la mitad su protección contra la varicela. Esa protección disminuiría aún más si algunos de los organismos perdidos son defensas potentes conocidas como anticuerpos neutralizantes.

Michael Mina, investigador profesor asistente de epidemiología en Harvard TH Escuela Chan de Salud Pública, subraya que «hasta ahora esta es la mejor evidencia de que existe una amnesia inmune que impacta en la memoria del sistema inmunológico a largo plazo». O como explica Martinón-Torres: «Esto demuestra que uno que aprende a correr una maratón, puede de repente recorrer distancias menores. Lo hace porque sabe. Con la vacuna sucede igual, por eso es tan importante. Porque cuando el virus del sarampión ataca el organismo, éste se defiende contra él, pero acaba exhausto y aunque la persona se encuentre bien –sin manchas y sin fiebre– lo que no sabe es que se ha quedado durante un plazo de casi tres años sin defensas para la infección siguiente. De ahí que a veces escuchemos ‘‘pasó el sarampión y murió de gripe’’».

Dado que las cifras de sarampión han experimentado un repunte en los últimos años por el descenso en la vacunación –cuando las dos dosis protegen en un 99% contra la infección–, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de una nueva ola epidémica en países, como Reino Unido, Grecia, Albania y República Checa, este trabajo cobra especial relevancia. «La amenaza que representa la patología infecciosa para las personas es mucho mayor de lo que imaginamos anteriormente», subraya el autor principal Stephen Elledge, profesor de Genética y Medicina del Instituto Blavatnik en la Facultad de Medicina de Harvard y el Hospital Brigham and Women’s. «Ahora entendemos que el mecanismo es un peligro prolongado debido a la eliminación de la memoria inmune, lo que demuestra que la vacuna contra el sarampión es aún más beneficiosa de lo que sabíamos», concluye Elledge.