Salud
Un grupo de investigadores desarrolla un método rápido y eficaz en la búsqueda de fármacos para combatir el virus de ZIKA
En el trabajo codirigido por el Dr. Rubén Agudo, investigador Ramón y Cajal, y la Dra. Carmen del Águila, catedrática de Parasitología de la Universidad CEU San Pablo, se desarrolla un método basado en colorantes fluorescentes para medir in vitro y en tiempo real la capacidad de multiplicación del virus de ZIKA en presencia de moléculas con potencial antiviral.
La Dra. Carmen del Águila, catedrática de Parasitología y el Dr. Rubén Agudo, investigador Ramón y Cajal de la Universidad CEU San Pablo, han desarrollado un método basado en la unión de un colorante fluorescente a los ácidos nucleicos para medir en tiempo real la capacidad de la principal proteína implicada en la multiplicación del virus de ZIKA -la polimerasa viral- de sintetizar nuevas cadenas de ácido nucleico que componen el material genético.
Según los investigadores del Águila y Agudo, “el efecto inhibitorio de un fármaco que actúe frente a la polimerasa viral se verá reflejado en una disminución de la fluorescencia; ya que habrá menos cadenas que se estén sintetizando. Esto permite, de manera rápida y eficaz, cribar muchos fármacos por su actividad antiviral”.
Estos investigadores han demostrado que el método de detección rápida de actividad de la polimerasa basada en colorantes fluorescentes podría adaptarse a polimerasas virus causantes de otras enfermedades víricas como la Hepatitis C, o la fiebre aftosa. Por lo tanto, esta metodología podría ser una herramienta muy útil para el desarrollo de terapias contra el ZIKA, y otros virus como el Dengue o la Fiebre del Nilo Occidental para los que no existe tratamiento específico; así como para la mejora de medicamentos antivirales.
Según la OMS, la enfermedad producida por el virus del ZIKA se transmite, principalmente, por mosquitos del género Aedes, que se alimentan durante el día. Los síntomas, generalmente leves y de 2 a 7 días de duración, consisten en fiebre, erupciones cutáneas, conjuntivitis, dolores musculares y articulares, malestar y cefaleas.
La mayoría de las personas infectadas no presentan síntomas visibles. Sin embargo, en el embarazo puede causar microcefalia y otras malformaciones congénitas. La infección se asocia en niños y adultos a un aumento del riesgo de complicaciones neurológicas, como el síndrome de Guillain-Barré, la neuropatía y la mielitis.
A pesar de su consideración reciente como un problema grave de salud pública mundial, actualmente no existe ningún fármaco comercial que actúe contra el virus. Por lo tanto, los investigadores consideran “muy importante agilizar la búsqueda de nuevos compuestos”. Asimismo, subrayan que “otros métodos para seleccionar compuestos potencialmente efectivos frente al ZIKA son mucho más caros o utilizan materiales peligrosos” y destacan que “esta metodología rápida, barata y de fácil implantación, permitiría determinar el efecto inhibitorio de cientos de compuestos frente a la polimerasa viral en pocas horas”.
Junto a los doctores del Águila y Agudo, han participado de forma directa en este trabajo Yanira Sáez investigadora en formación de la Facultad de Farmacia CEU USP; así como del director del Centro Regional de Investigaciones Biomédicas en la Universidad de Castilla la Mancha, el Dr. Armando Arias.
El trabajo ha sido publicado en Scientific Reports, revista de acceso abierto del grupo de editores de Nature.
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