Salud
Álvaro Urbano: “Los CART logran resultados magníficos en cánceres hematológicos”
El jefe de Oncohematología del Hospital Clínic de Barcelona explica cómo ha impactado este abordaje en la lucha contra el cáncer
La terapia CART se ha convertido en la gran esperanza de muchos cánceres para los que hay mal pronóstico logrando la curación. ¿Cómo lo consigue?
El cambio que hay respecto de otros tratamientos que intentan eliminar el cáncer más convencionales, como la quimio o la radioterapia, es que usa nuestro propio sistema inmunológico. En concreto coge los linfocitos de la sangre y los modifica genéticamente para hacerlos mucho más potentes de lo que son en una situación normal –basal– de nuestro organismo. Además, los dirige casi exclusivamente contra las células tumorales. Y, a diferencia de los medicamentos habituales, que duran días o semanas como máximo, estas células, como están vivas, proliferan, se dividen en el interior del organismo y cuantas más células tumorales haya más se van a dividir, y persisten en el organismo del paciente incluso durante meses o años. Es decir, no sólo son más potentes, más específicas, sino que la dosis se adecua a la cantidad de enfermedad que tienen que eliminar y, este efecto resulta mucho más duradero que un tratamiento convencional. Es por todo ello que está consiguiendo resultados extraordinarios en situaciones en las que hasta ahora no tenían solución.
Su uso está aprobado en leucemia linfoblástica aguda B, linfomas difusos de células grandes y linfomas B primarios mediastínicos refractarios o no respondedores. ¿Para qué otros tumores se está estudiando?
Se está probando prácticamente en todo tipo de cánceres pero, en el momento actual, los resultados clínicos magníficos se ciñen a los de la sangre, en concreto a algunos de tipo hematológico. Además de los que hemos hablado, se están teniendo resultados yo diría extraordinarios en enfermedades que son muy frecuentes como la leucemia linfática crónica y el mieloma múltiple. También hay algún subtipo de linfoma en el que no se había probado todavía los CART y cuyos resultados son muy buenos, como el de manto y el folicular.
También se está estudiado su aplicación en tumores sólidos. ¿Cuáles?
Se está mirando si es eficaz o no. Es decir, no se sabe todavía. Por el momento los resultados son esperanzadores pero no la satisfacción que nos están dando en los cánceres sanguíneos. En tumores sólidos los resultados todavía son discretos. Están trabajando mucho, pero sigue siendo una asignatura pendiente la eficacia en tumores sólidos. Neuroblastoma, sarcoma y los tumores mesoteliales son los tres tipos donde se están viendo resultados esperanzadores y, quizás, como para utilizarse en poco tiempo en los pacientes como tratamiento asistencial.
¿Cuántas terapias CART hay aprobadas en la actualidad?
En investigación hay muchos, pero CART aprobados para administrar en cualquier hospital sólo dos. Ambos tratan el mismo tipo de célula, uno es de Novartis y el otro de Gilead. Los dos son excelentes en cuanto a su eficacia, seguridad, perfil de toxicidad, etc. Quizá uno, por sus características, se adapta muy bien a la leucemia linfoblástica y el otro, también por sus características, a los pacientes con linfoma.
Acaba de celebrarse el Congreso Americano de Hemato-oncología, ¿cuáles son los nuevosw datos publicados respecto a CART?
Yo destacaría tres aspectos: uno es que se está investigando cambiar la configuración genética de CART para hacerlo más potente si cabe. Haciendo el símil de los coches, si añadiéndole un turbo es muy eficaz, ahora están haciéndose CART con dos turbos (lo que en Biología se llama dos moléculas coestimulatorias). Otro, que se está ensayando son CARTS que se llaman duales, que tienen dos dianas que atacan a las células en dos puntos distintos y, si una pierde una diana, es muy probable que el otro todavía persista, de forma que sirve para ampliar el abanico contra las que va a ser eficaz el CART. El tercer aspecto que se ha presentado es intentar humanizar el 100% del CART, darle una configuración totalmente humana para que nuestro sistema inmune no lo detecte y siga circulando por la sangre. Es algo que están haciendo muchos grupos, incluido el nuestro. Porque, en ocasiones, algún componente de este CART es de origen de ratón. El problema es que al ponerlo en un paciente su sistema inmune va a detectar que hay una proteína que no es humana y la elimina, por lo que ese CART puede desaparecer de la circulación.
España es «potencia mundial» en el estudio y tratamiento de los cánceres hematológicos. ¿Lo es también en el caso de las CART ?
-Pioneros fueron los americanos y chinos en el tratamiento y desarrollo de los CART. En España respecto a Europa, efectivamente hemos sido pioneros. En este momento, en Europa hay tres grupos que han fabricado su propios CART. Es decir, una cosa es «yo me compro un coche» y lo conduzco, y otra cosa es que fabriques tu propio coche. Aquí, que fabriquen el CART sólo hay tres grupos en Europa que lo hagan de la A a la Z: el primero fue el University College of London, el segundo fue el Clinic de Barcelona y el tercero el Bambino de Roma. En el Clínic de Barcelona la Aemps nos acaba de aprobar lo que es el primer CART europeo para el mieloma múltiple, por lo que pronto lo podremos utilizar en estos pacientes (pendiente de algún aspecto muy concreto) pero que va a ser el primer CART europeo aprobado para pacientes con esta enfermedad y 100% fabricado en España.
¿Cuántas personas se han tratado en España con CART hasta ahora?
En general son unos 230-40 pacientes tratados, pero esto va cambiando porque es un continuo.
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