Coronavirus

Colapso: Tres hospitales de Madrid ya no admiten nuevos infectados por saturación

Severo Ochoa de Leganés, Vallecas y Coslada registran ya tantos enfermos en urgencias en espera de ingreso como hospitalizados en sus instalaciones.

Al menos, tres hospitales de la red existente en Madrid han colapsado ya. No solo las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIS), desbordadas en todos los centros sanitarios de la Comunidad, sino los hospitales completos: desde las urgencias hasta las ya mencionadas unidades de críticos, pasando por las plantas de hospitalización y medicina interna, fundamentales también en el tratamiento de los infectados por coronavirus. Se trata, según fuentes sanitarias, del Hospital Severo Ochoa de Leganés, del Hospital Infanta Leonor de Vallecas y del Hospital de Coslada.

El primero contabilizaba a primera hora de ayer 20 ingresados en su UCI, 18 con respirador. El segundo, 19, todos con ventilación, y el tercero, 17, 15 con ventilador. Pero el problema no era el acceso a las UCIS, que estaba prácticamente bloqueado pese al despliegue gigantesco de camas de críticos que está realizando a toda marcha la Comunidad de Madrid en quirófanos y servicios de reanimación. Las mismas fuentes explican que en el Severo Ochoa desde la tarde noche del jueves y en los otros dos hospitales desde ayer centenares de pacientes inundaban las urgencias. La mayoría, con síntomas claros que provoca el coronavirus: desde tos seca hasta fiebre, pasando por malestar general.

En dichos centros había tantos enfermos en las urgencias esperando un posible ingreso que no podía producirse como camas totales ya ocupadas existen en el interior de ellos. La imposibilidad de acceso era tal, que se produjeron hechos sobrecogedores. Por ejemplo, un enfermo con síntomas severos que requería ingreso en el Severo Ochoa optó por abandonar sus instalaciones después de esperar para sacar sus ahorros de una entidad financiera e ingresar en un centro sanitario privado al carecer de aseguradora sanitaria.

Las mismas fuentes explican que aunque algunos ingresados logran recuperarse y reciben el alta, la avalancha de infectados es tal que las camas despejadas no son suficientes para cubrir la elevada demanda. Ciñéndonos solo a las UCIS, en el periodo que transcurre desde el pasado 8 de marzo, fecha en la que se celebró la criticada manifestación feminista, hasta ayer –que abarca 12 días–, solo se han registrado 37 altas de pacientes que estaban críticos en todo Madrid. Algunos hospitales en los últimos días han ingresado 10 enfermos en apenas seis horas, lo que da idea, solo en las unidades de críticos, del colapso absoluto que está experimentando el sistema sanitario madrileño por culpa de la pandemia. Las mismas fuentes aseguran que esta trágica situación de bloqueo de pacientes empezará a producirse también en otros hospitales en cuestión de horas, sobre todo, en los situados en el sur de Madrid.

De hecho, los pacientes que acudían ayer a urgencias abarrotaban gimnasios o bibliotecas al no poder ingresarlos en ningún otro lugar. También lo hará, previsiblemente, aunque en cuestión de días, en grandes centros sanitarios ubicados en la capital propiamente dicha, y que ya empiezan a mostrar síntomas graves de congestión.

Más «músculo»

De momento, soportan el incremento disparatado de la demanda asistencial por sus grandes dimensiones y porque cuentan con más «músculo», pero colapsarán en poco tiempo si no se pone remedio. La Comunidad de Madrid, que corre contrarreloj para adecuar lo medios a las necesidades del momento, ha decidido montar en el recinto ferial Ifema un hospital de campaña que contará con 5.500 camas para auxiliar a los centros sanitarios ya existentes.

La creación de hospitales de campaña es una idea que rondaba desde hace muchos días por la Consejería de Sanidad a la vista de la negra evolución de los datos. Algunos expertos eran partidarios de situar hospitales de campaña anexos a los existentes, aprovechando espacios como los aparcamientos. Esto sería posible en casi todos los centros sanitarios salvo el Gregorio Marañón o el Hospital de La Princesa. Otros defendían crear pocos y grandes, de 500 o más camas, en hospitales de campaña o pabellones acondicionados. Uno de los problemas técnicos de la derivación a pocos hospitales es el del traslado de enfermos en ambulancias medicalizadas. La idea en cualquier caso es que el hospital de campaña permita dar un respiro a los centros tradicionales e ir generando nuevas camas para ingresos.