Coronavirus

El Gobierno no ha enviado ni un solo respirador a Madrid

Sanidad apenas ha ofrecido 19 inservibles para salvar a cientos de infectados. Son de uso domiciliario para enfermos con insuficiencia respiratoria crónica

La falta de medios de protección, diagnóstico y tratamiento se ha convertido, junto con las bajas por infecciones, en el mayor problema al que se enfrentan los sanitarios en la lucha diaria que mantienen contra el coronavirus en los hospitales. A la ausencia de mascarillas, guantes o EPIS se le ha sumado la carencia de tests de diagnóstico rápido tras el fiasco de la partida defectuosa que adquirió el Ministerio de Sanidad a una empresa china que no actuaba bajo el paraguas del Gobierno de aquel país, y ahora, la de los respiradores.

Los recursos de soporte respiratorio, entre los que se encuentran esos respiradores, constituyen un elemento fundamental para la salvación de los pacientes más graves, dados los agudos problemas respiratorios que padecen. Los respiradores son tan esenciales que sin ellos no pueden activarse literalmente las camas de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIS). Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, 4.165 infectados críticos permanecen ingresados en estas unidades. Sólo en Madrid, la cifra alcanza los 1.312 casos y, de ellos, 1.251 están intubados, es decir, reciben respiración asistida.

La situación en esta comunidad es crítica y, a la espera de que quede completamente habilitado el hospital de campaña de Ifema, las UCIS se encuentran al límite de su capacidad. Ayer por la tarde rondaba el 95%. La falta de equipos de protección y de estos respiradores básicos llevó precisamente hace días a la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, a reclamar por carta el material suficiente al Gobierno de Pedro Sánchez. En la misiva, fechada el pasado 19 de marzo, Díaz Ayuso reclamaba «para salvar vidas de profesionales y pacientes» miles de mascarillas, batas desechables, cajas de guantes y 586 respiradores.

Fuentes sanitarias de la Comunidad de Madrid confirmaron ayer a LA RAZÓN que desde el día en que estalló la crisis del coronavirus hasta ayer, y a pesar de la carta, ningún hospital madrileño de la comunidad había recibido un solo equipo por parte del Ministerio de Sanidad. Dichos aparatos no son sólo necesarios en los hospitales convencionales, sino también en Ifema, dada la intención de instalar allí también camas de críticos con las que hacer frente a la avalancha de enfermos graves que aguardan entrar en una UCI. Pese a su gravedad, muchos de ellos esperan en las plantas de los hospitales a que se produzca un alta o un fallecimiento en las unidades de críticos –las citadas UCIS, los servicios de reanimación (REAS) y los quirófanos habilitados al efecto– para poder ingresar en ellos. Las mismas fuentes explican que el departamento que dirige Salvador Illa sí ha ofrecido algunos respiradores, pero los ofertados «no sirven para el tratamiento del Covid 19, según el criterio de los ingenieros hospitalarios y del coordinador de responsables de UCI de la Comunidad.

«Nos han dado cero respiradores. Todos los ofrecidos por el Gobierno –19– son respiradores no invasivos para uso normalmente domiciliario para enfermos con insuficiencia respiratoria crónica. Lo que necesitamos son respiradores invasivos de UCI de alta gama, es decir, con ventilación artificial para enfermos con una neumonía grave con síndrome de distress respiratorio agudo», añaden las mismas fuentes sanitarias.

La falta de estos dispositivos limita la asistencia de pacientes graves y ha llevado a varios hospitales a situaciones desesperadas. Alguno, como el Doce de Octubre, tuvo que recurrir a tres respiradores de uso humano que se venían empleando en la investigación con cerdos, para poder hacer frente a la avalancha. La avalancha de enfermos ha llevado a los médicos de otros centros al extremo de tener que utilizar un solo ventilador para cuatro enfermos, previa esterilización.

¿No valen acaso todos los respiradores que hay en el mercado para asistir a los infectados cuya salud reviste peor estado? Existen opiniones al respecto, pero hay consenso mayoritario entre los intensivistas en descartar, por ejemplo, los ventiladores utilizados para enfermos broncolíticos crónicos porque carecen en principio de la potencia suficiente o algunos respiradores utilizados para la anestesia.