Salud

Frente al miedo, confianza

“No dudo de que a principios del próximo año tendremos varias vacunas que nos permitirán inmunizar a cientos de millones de personas en todo el mundo frente al coronavirus”

"Las farmacéuticas dedican cada año en todo el mundo unos 170.000 millones de dólares a investigar y desarrollar medicamentos innovadores"
"Las farmacéuticas dedican cada año en todo el mundo unos 170.000 millones de dólares a investigar y desarrollar medicamentos innovadores"larazon

La confianza volverá y el miedo desaparecerá cuando tengamos un medicamento que cure con eficacia y seguridad el coronavirus y cuando tengamos una vacuna que nos proteja de la infección. La vacuna es el mejor equipo de protección individual (EPI) posible.

El miedo paraliza a las personas y paraliza la economía. La confianza, todo lo contrario. A menudo he comentado que en la vida nos enfrentamos a muchos retos y alguna que otra desgracia. Creo que una de las mayores desgracias a las que te puedes enfrentar en la vida es cuando te diagnostican, a ti o a un ser querido una enfermedad grave. En ese momento toda tu vida gira alrededor de la enfermedad y todos tus problemas previos te parecen asuntos menores, incluso ridículos. En ese momento te das cuenta de lo importante que es tener un buen sistema sanitario, con los recursos adecuados y unos profesionales sanitarios capacitados y motivados.

Y en ese momento hay una pregunta clave: ¿existe un tratamiento eficaz para mi enfermedad? Si la respuesta es positiva todo es más fácil; dentro de la desgracia, eres afortunado. Pero si la respuesta es negativa la desgracia es doble. Desafortunadamente, los sistemas y los profesionales sanitarios pueden hacer poco si ese medicamento no existe.

Durante esta crisis esta realidad diaria se ha puesto quizá más de manifiesto que nunca. Hasta ahora, sólo la vivían los que sufrían una enfermedad grave, pero estas semanas se ha retrasmitido en vivo y en directo a nivel mundial y todos lo hemos sufrido en primera persona aun sin estar infectados. Lo que hasta ahora vivían sólo unos pocos, ahora, de repente, lo hemos vivido todos de una manera brusca y dramática.

En la industria farmacéutica, en colaboración con investigadores e instituciones públicas y privadas, trabajamos cada día para que más y más enfermedades sí tengan un tratamiento eficaz y seguro que nos permita ser afortunados dentro de la desgracia. Para que cuando preguntemos si existe un tratamiento eficaz para nuestra enfermedad la respuesta sea afirmativa en la mayoría de los casos. Las compañías farmacéuticas dedican cada año en todo el mundo unos 170.000 millones de dólares a investigar y desarrollar medicamentos innovadores que puedan curar enfermedades que hoy no tienen curación.

En las últimas décadas los avances han sido muy significativos y estamos orgullosos de lo conseguido, pero somos conscientes de que queda mucho por hacer y son muchas las asignaturas pendientes.

Desarrollar un nuevo medicamento nos lleva unos 10-12 años. Desarrollar una vacuna nos lleva incluso algo más. En la crisis del coronavirus estamos poniendo de manifiesto lo que somos capaces de hacer cuando, más que nunca, aunamos esfuerzos, compartimos conocimientos, tenemos sentimiento de urgencia y luchamos por un objetivo común.

Es cierto que aún no tenemos un tratamiento eficaz, pero pronto lo tendremos. En unas pocas semanas hemos sido capaces de identificar medicamentos que tienen una cierta actividad frente al virus o frente a la reacción inflamatoria que provoca en el cuerpo del paciente. Son medicamentos que ya están ayudando a los clínicos a evitar el agravamiento de muchos pacientes y eludir su entrada en la UCI. Estoy seguro de que pronto tendremos más fármacos de este tipo y tratamientos más específicos que nos ayuden a vencer definitivamente al virus. Son muchas las compañías farmacéuticas y las instituciones públicas que trabajan día y noche para que esto sea posible en un tiempo récord. Son muchas las personas que están dando lo mejor que tienen para vencer a esta enfermedad.

También hay buenas noticias en el ámbito de las vacunas. Varias compañías están cerca de tener vacunas eficaces. Se están ya realizando ensayos en animales y pronto se iniciarán en humanos. En el caso de las vacunas, el reto no es sólo tener una eficaz y segura sino ser capaces de producir en tiempo récord cientos de millones de dosis para poder vacunar a millones de personas lo antes posible. Los expertos nos dicen que casi es más desafiante lo segundo que lo primero. Son varias las compañías que han ganado conocimiento y experiencia trabajando durante años en la lucha contra el ébola, el zika o el VIH. Esa experiencia y conocimiento están siendo muy útiles en el desarrollo de la vacuna frente al coronavirus. No dudo de que a principios del próximo año tendremos varias vacunas que nos permitirán inmunizar a cientos de millones de personas en todo el mundo.

Hoy el miedo está muy presente, pero pronto la confianza lo vencerá y volveremos a normalizar nuestras vidas. Seguro que todos tomaremos mayor conciencia de lo importante que es tener un buen sistema sanitario, con los recursos adecuados, y todos entenderemos mejor lo importante que es invertir más en investigación y desarrollo para tener los medicamentos que necesitamos con el objetivo de enfrentarnos con éxito a las enfermedades que hoy conocemos y a las que puedan aparecer en el futuro próximo. Más que nunca, vamos a entender lo que es importante y lo que es secundario.