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Los respiradores que no llegaron costaron 3,3 millones

El Gobierno compró 144 equipos de ventilación mecánica invasiva a un fabricante de yeso

El Hospital del Mar amplia sus instalaciones en su lucha contra la COVID-19
Profesionales sanitarios realizan su trabajo con enfermos de la COVID -19 en la UCI del hospital del Mar de Barcelona.EFE/ Alejandro GarcíaAlejandro GarcíaEFE

El Gobierno abonó 3,31 millones de euros a la compañía Hyperin Grupo Empresarial S. L., dedicada, curiosamente, a la fabricación de elementos de yeso para la construcción, para la compra de 144 respiradores que nunca llegaron a su destino.

En el documento publicado en la Plataforma de Contratación del Sector Público explican que «en base a la experiencia de otros países que están en situaciones similares a la española, la información recabada en los centros sanitarios españoles, podría ser necesario adquirir hasta 4.000 equipos de ventilación mecánica invasiva»

A la citada compañía, que a priori no sería el proveedor sanitario inicial del que uno tiraría por dedicarse al sector de la construcción, se le adquirieron 144 dispositivos modelo BREAS-VIVO 65 por un importe de 2.736.000 euros (3.310.560 IVA incluido). Es decir, que cada respirador costaba 22.990 euros.

Y de nuevo, el Gobierno pagó por adelantado la cuantía. Lo hizo el pasado 25 de marzo, cuando el Ministerio que dirige Illa , desbordado por la situación, realizó un pago anticipando el 100% del coste.

El 2 de abril, el representante legal de la compañía, Javier de Juan Roncero, comunicó a la citada cartera la imposibilidad de suministrar los equipos acordados y propuso como alternativa suministrar respiradores del modelo Avante MVP. Sin embargo, Sanidad los «rechazó al no responder los nuevos equipos ofertados a las condiciones y requerimientos exigidos».

Cinco días más tarde, el representante legal de la compañía manifiesta su intención de renunciar al contrato de suministro y solicita un número de cuenta bancaria para proceder a la devolución de las cantidades abonadas. El 14 de abril Sanidad envió un burofax a la empresa sita en el Paseo de la Castellana, en Madrid, para solicitarle el reintegro de los 3,31 millones de euros, cantidad que en teoría aún no ha sido reintegrada al Tesoro público.

Y es que los días perdidos cuando la Organización Mundial de la Salud alertó a los países para que hicieran acopio de material sanitario no han ayudado en nada a la compra de materiales. No solo los precios son más elevados, sino que la demanda mundial dificulta la compra a través de proveedores adecuados.