Salud
En vanguardia hacia la cura
España encabeza todos los rankings mundiales negativos relacionados con la pandemia. Pero hay vida detrás de la debacle en la gestión. En la ciencia: primer país europeo y cuarto mundial en ensayos contra el coronavirus
La amenaza sigue y lo más probable es que nos acompañe mucho más tiempo del que quisiéramos. Frente a este endemoniado virus, la esperanza hay que buscarla en la ciencia y en su titánico esfuerzo por encontrar una cura. A la espera de que los políticos no conviertan la tragedia en algo irreparable en lo colectivo –en el plano individual ya se han perdido decenas de miles de vidas–, el talento y el compromiso de los expertos son bazas a las que aferrarse. La carrera por hallar el antídoto para este mal es desenfrenada y multitudinaria. Apenas hay descanso en los laboratorios del planeta y casi a diario se abren nuevas vías, se indagan teorías y se desechan otras. Pero todo es progreso, pues se avanza en el conocimiento del Covid-19. España no se queda atrás, más bien aparece al frente, según las cifras que ofreció ayer Farmaindustria. Es el primer país de Europa y cuarto del mundo en ensayos clínicos para probar la eficacia de nuevos tratamientos contra el coronavirus con un total de 58 estudios, que suponen 332 intervenciones en hospitales españoles. En ellos participan o lo harán en un futuro próximo 28.000 pacientes, y una decena de compañías nacionales vuelca medios materiales y humanos para alcanzar la meta cuanto antes. El esfuerzo se traduce también en 67 estudios de observación para calibrar la efectividad de los medicamentos en la práctica clínica real. Son cifras significativas que cobran mayor alcance y relieve cuando se las pone en contexto. Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud, España, con sus 58 ensayos, se sitúa a nivel mundial solo por detrás de China (154), Estados Unidos (109) e Irán (63). En Europa, nos siguen Francia (51), Reino Unido (17), Alemania (16), Dinamarca (13) e Italia (11). Es un volumen que se traduce en millones de horas de trabajo de miles de investigadores con un solo propósito: el remedio que nos ponga a salvo. Y además las vacunas, con más de un centenar de proyectos, ocho 8 en fase clínica (ensayos en personas). Hay demasiada inteligencia –mucha española– en curso como para ser relativamente optimista, aunque por desgracia el tiempo corre en contra de la humanidad.
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