Desescalada

Operación bikini post-Covid, el caldo de cultivo para las dietas milagro y su efecto yo-yó

Para el 27% de españoles es más fácil seguir estas modas que las pautas de un nutricionista

Dietas milagro después del Covid-19
Dietas milagro después del Covid-19DreamstimeDreamstime

Aunque según diferentes estudios estamos comiendo más frutas y verdura durante el confinamiento, lo cierto es que el sedentarismo y el picoteo entre horas ha hecho que muchos ganen entre tres y cinco kilos de media. Subirse a la balanza no es fácil, seguir una dieta tampoco. De ahí que, con el fin de ver resultados rápidamente, no sean precisamente pocos los que opten por las famosas dietas mal llamadas milagro. De hecho, la mitad de los encuestados cree que no hay diferencia de dificultad entre hacer una dieta milagro (por su cuenta) a una que requiera prescripción del centro de salud. Y el 27% de ellos considera que realizar una dieta planificada desde el centro de salud sería más complicado que seguir una dieta milagro. Estas son algunas de las conclusiones del estudio «Las Dietas Milagro en España», elaborado por la Fundación Mapfre, en colaboración con la Academia Española de Nutrición y Dietética, con el fin de entender mejor las razones por las que se recurre a ellas para resolver el exceso de peso.

«La “operación bikini” y la situación de confinamiento puede haber favorecido que algunas personas hayan ganado más peso de lo habitual, lo que podría propiciar la búsqueda de soluciones fáciles y rápidas, caldo de cultivo para las dietas milagro», explica a este periódico Óscar Picazo, experto en Nutrición de la Fundación Mapfre, horas antes de presentar este estudio en el que se han analizado los conocimientos, actitudes (positivas y negativas) y prácticas de 2.600 españoles acerca de este tipo de dietas. El 22% de encuestados reconoce haber seguido una dieta milagro y un 45% afirma que alguien de su entorno próximo ha seguido un régimen de este tipo.

En lo que se refiere a dietas en general, el 27% de ciudadanos asegura haber seguido alguna. En este caso, tanto hombres y mujeres hacen un número similar. Así, el 58% de mujeres y el 42% de los hombres han seguido en algún momento de su vida una dieta. En cambio, de aquellos que han seguido alguna dieta destacan las mujeres frente a los hombres en el seguimiento de dietas milagros (40% versus 31%).

El grupo de edad que mayor probabilidad tiene de seguir una dieta milagro son los menores de 25 años y el grupo de población con bajos ingresos y bajo nivel educativo. Estos últimos (población de bajos ingresos y nivel educativo) son los que mayor frecuencia han seguido este tipo de dietas por recomendación de un comercial.

El 81% de quienes han seguido alguna dieta milagro, reconocen haber realizado entre una y tres dietas de media en los últimos años. Y es que como alertan los expertos lo importante de ponerse a dieta es aprender a comer, no lograr un resultado rápido que luego puede hacer que uno no sólo recupere los kilos perdidos, sino que gane alguno de más. De hecho, cerca del 80% considera que este tipo de dietas no tienen los resultados esperados a largo plazo, y el 90% de la muestra reconoce que este tipo de dietas no funcionan. El estudio también recoge que el 40% de los encuestados que siguieron una dieta milagro la hizo durante una semana y un mes; el 31%, entre tres y cuatro meses, y un 13% estuvo a dieta más de seis meses seguidos. El porcentaje de personas que dedican más tiempo a hacerla se incrementa ligeramente con la edad.

Las cifras de sobrepeso y obesidad siguen creciendo en población adulta e infantil alcanzando cotas de verdadera epidemia tanto en España, como en el resto de Europa. La aparición periódica de métodos y productos milagrosos que prometen soluciones fáciles para el manejo de la obesidad podría deberse, según este estudio, a la dificultad para modificar los estilos de vida, la falta de dietistas-nutricionistas en la sanidad pública, así como la alta exposición a entornos obesogénicos. «La labor de los profesionales de Atención Primaria es encomiable, pero si contaran con la ayuda de profesionales como los Dietistas-Nutricionistas o los de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, probablemente se podría llegar más lejos en la prevención de la obesidad y todas las enfermedades asociadas», afirma Picazo.

«Las dietas milagro por definición prometen perder peso de forma rápida, sin esfuerzo y en muchas ocasiones, asociados a restricción de grupos de alimentos enteros, o por el contrario consumiendo de forma exclusiva alguno de ellos. Además, en muchas ocasiones llevan asociada la compra de productos o suplementos. Ante estas promesas, debemos sospechar», aconseja.