Salud

“Una diabetes mal controlada empeora el pronóstico de Covid-19″

Alfonso López Alba, endocrino y portavoz de la Sociedad Española de Diabetes, aclara la vinculación entre diabetes y coronavirus

Alfonso López Alba, portavoz de la Sociedad Española de Diabetes
Alfonso López Alba, portavoz de la Sociedad Española de DiabetesSED

Alfonso López Alba, endocrino y portavoz de la Sociedad Española de Diabetes, aclara la vinculación entre diabetes y coronavirus

1. ¿Cuál es la relación que existe entre la COVID-19 y la diabetes?

Son múltiples los estudios que describen la presencia de diabetes en pacientes afectados por la COVID-19, en una proporción tan alta como la cuarta parte de los enfermos, en torno a un 27%. La relación establecida entre la diabetes y la COVID-19, no está completamente explicada, pero seguiría una senda similar a lo que ocurre con otras enfermedades infecciosas, en la que una diabetes mal controlada, y esto es muy relevante recordarlo, puede incrementar tanto la susceptibilidad como empeorar su evolución.

2. Entre el 20 y el 30 por ciento de los pacientes que murieron de COVID-19 tenía diabetes, pero ¿es posible que personas que no tenían diabetes antes de contraer el virus la desarrollen al tener el virus?

La presencia de diabetes tipo 2 no diagnosticada es un hecho, por desgracia, aún frecuente, incluso en sociedades desarrolladas, con altos estándares de asistencia sanitaria. La aparición de una enfermedad tan grave y explosiva como la COVID-19 ha hecho aflorar a personas que presentaban una diabetes no conocida o que se encontraba en sus fases iniciales, cuando los síntomas que presenta el paciente son muy limitados. Es de destacar las grandes analogías que presentan la diabetes tipo 2 y la COVID-19: su pico máximo de incidencia se encuentra en torno a los 60 años, algunos pacientes presentan síntomas muy escasos en sus inicios, pero puede ser devastadora para la salud si no se controla. La diferencia es que en la COVID-19, este proceso tiene lugar en pocos días o meses, mientras que en la diabetes, éste daño se va produciendo de forma oculta durante años. Ello debe animar a las personas con diabetes a cuidarla desde el principio para evitar las posibles complicaciones asociadas.

3. ¿Y cómo sucede? ¿Cuál es el mecanismo que tiene que ver con la COVID-19 que influye en el mecanismo de la glucosa y desencadena esa diabetes?

En cualquier situación de estrés, tanto físico como psíquico, se produce una liberación de una cascada hormonal, que nos prepara para la respuesta ante la misma. Las principales hormonas del estrés son el cortisol y las catecolaminas, y ambas, aparte de otros muchos, tienen un efecto importante sobre la glucosa, pues promueven su liberación para aportar energía aportar extra a todas las células. Las personas con diabetes, en las que el metabolismo de la glucosa está alterado y la insulina no tiene un buen funcionamiento, pueden presentar una elevación marcada de sus niveles de glucosa, pudiendo llegar a interferir con la correcta repuesta de la inmunidad protectora de nuestro organismo frente a las infecciones. Ello podría explicar una posible peor evolución frente a la COVID-19 de las personas con diabetes.

4. ¿Y tiene esa diabetes unas características especiales y diferentes a las otras diabetes conocidas?

Más que características especiales de la diabetes, sería el hecho de que se vea sometida a circunstancias tan especiales como las que se producen en la infección por coronavirus.

5. ¿Más o menos peligrosa/llevadera que las diabetes conocidas?

En el caso del coronavirus SARS-COV2, con sus repercusiones a nivel de los pulmones, pero también de todo el organismo, aparece en los casos más graves una gran tormenta inmunológica, en la que hay que utilizar incluso corticoides como la dexametasona a altas dosis, y que pueden contribuir a una mayor descompensación de la diabetes, empeorando así la evolución y el pronóstico.

6. ¿Y es temporal o una vez aparece ya se queda para siempre?

Las personas con diabetes, podemos afirmar de forma simplificada, una vez que son diagnosticadas, lo serían de forma permanente, al darse el conjunto de circunstancias de predisposición genética y de circunstancias ambientales que provocan la alteración del metabolismo de la glucosa, por la mala función de la insulina, que es lo que define la diabetes tipo 2. En el caso de la COVID-19, una vez superado el reto que supone al paciente que no presentaba diabetes, y si mejoran las circunstancias ambientales, dadas por los estilos de vida de la persona, con alimentación y ejercicio, podría llegar a controlarse, entendiendo en este caso que un buen control se asemejaría bastante al concepto de curación.

7. ¿Son más propensos los hombres, las mujeres o las personas de una determinada edad o característica?

En las series publicadas, parece existir una cierta tendencia de mayor número de casos graves entre los varones, aunque no está bien explicado., aunque se apunta unos mayores niveles de ACE-2 en el sexo masculino, la enzima que sirve de puerta de entrada al virus. El hecho cierto es que los pacientes fallecidos o que requieren su ingreso en UVI, son varones en casi 6 de cada 10 casos.

8.La obesidad es un factor de riesgo para contraer el covid, ¿también para poder desarrollar una diabetes posterior?

La obesidad es constitutiva de la base para el desarrollo de la diabetes tipo 2 en casi el 80% de los casos. En la COVID-19, la obesidad se relaciona también con peores evoluciones, parece que especialmente entre las personas más jóvenes, lo que de nuevo pone de manifiesto la gran cuota de responsabilidad que todos debemos de asumir, tanto para evitar unos estilos de vida no saludables que nos conduzcan a la obesidad y la diabetes tipo 2, como el de seguir las normas de comportamiento personal y social recomendadas por las autoridades sanitarias, para evitar el contagio por el coronavirus. Información y responsabilidad son las mejores vacunas para su control.