Coronavirus
Madrid no descarta imponer también el uso obligatorio de mascarillas
La Comunidad adoptará la decisión en función de la situación epidemiológica en la región. Se sumaría así a las 12 autonomías que imponen los protectores buconasales en todos los lugares públicos
La Comunidad de Madrid no descarta sumarse también a la larga lista de autonomías que han decidido imponer el uso obligatorio de las mascarillas a sus ciudadanos como medida de prevención frente a posibles rebrotes de Covid-19.
Fuentes de la Consejería de Sanidad han asegurado a LA RAZÓN que la decisión se adoptará dependiendo de la evolución que experimente la situación epidemiológica en la región en los próximos días, aunque, de momento, la Dirección General de Salud Pública no lo ha planteado.
De acuerdo con los datos del Ministerio de Sanidad, en Madrid se han diagnosticado 627 casos durante los últimos 14 días, una cifra muy inferior con respecto a la registrada en Cataluña, en donde el número de contagios asciende a 3.489. En Madrid, los casos contabilizados en los últimos siete días suman 268, mientras que en la comunidad que dirige Quim Torra la cifra es de 2.148.
En caso de sumarse finalmente, la región que preside Isabel Díaz Ayuso se convertiría en la número 13 que establece la obligatoriedad. Además de Cataluña, figuran en esa lista Extremadura, Galicia, Baleares, Murcia, Andalucía, La Rioja, Aragón y País Vasco, y durante esta semana se incorporarán también Asturias, Navarra y Cantabria. La decisión de las autonomías de establecer el uso obligatorio de las mascarillas en todos los lugares públicos, con independencia de que se guarden o no las distancias de seguridad, se produce como consecuencia de los fuertes rebrotes que están golpeando el país después de la finalización del estado de alarma. Además, los gobiernos regionales la han adoptado sin esperar al Ministerio de Sanidad, que no ha remendado esa obligatoriedad estricta hasta el momento.
Como se recordará, las recomendaciones sobre el uso o no de mascarillas han constituido uno de los mayores bandazos del departamento que dirige Salvador Illa desde el estallido de la crisis. A principios de marzo, la Dirección General de Salud Pública y el propio Ministerio divulgaban de forma tajante que “la población sana no necesita utilizar mascarillas. Los profesionales sanitarios indicarán el uso de mascarillas en aquellas situaciones en las que se considere necesario. Un uso inadecuado puede contribuir a un desabastecimiento de mascarillas en aquellas situaciones para las que están indicadas”.
Después de formular esta recomendación a principios de marzo, la postura del Ministerio de Sanidad giró, pasando a recomendar su uso y a establecer más tarde su obligatoriedad en los transportes públicos primero y cuando no se pudiera mantener una distancia interpersonal suficiente más tarde.
En un documento técnico fechado el 10 de junio con “recomendaciones sobre el uso de mascarillas en la comunidad en el contexto del Covid-19”, el Ministerio establece que “el uso de mascarillas en población general puede servir como un medio de control de la fuente de infección al reducir la propagación en la comunidad, ya que se limita la excreción de gotas respiratorias de individuos infectados que aún no han desarrollado síntomas o que permanecen asintomáticos”. Justo lo contrario de lo que aconsejaba hace apenas cuatro meses. Eso sí, en el documento Sanidad recalcaba que “el uso de mascarillas en la comunidad debe considerarse sólo como una medida complementaria y nunca como reemplazo de las medidas preventivas de distanciamiento físico, higiene de manos, etiqueta respiratoria y evitar tocarse la cara, la nariz, los ojos y la boca”.
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