Salud
Sanidad pactó la compra por 900.000 euros de 47 ventiladores no aptos para UCIS en pleno colapso de los hospitales
Son de transporte y el precio de cada uno era de 18.500 euros. La empresa adjudicataria fue la única que se presentó a un procedimiento “negociado, sin publicidad”
La falta de dispositivos de ventilación mecánica adecuados para las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIS) de los hospitales ha sido uno de los grandes problemas que ha arrastrado España durante la pandemia de Covid-19. A finales del pasado mes de marzo -en concreto, el día 26-, nuestro país contabilizaba ya 56.188 casos y 4.089 fallecidos por Covid-19. Asimismo, 3.679 personas se encontraban ingresadas en estado muy grave en las unidades de críticos de los centros sanitarios, según los datos del Ministerio de Sanidad, y su número no paraba de crecer.
El pico de infecciones provocó unos días más tarde un colapso de las UCIS y numerosos hospitales tuvieron que bloquear el acceso a las mismas ante la falta de medios adecuados para la atención de los afectados. Ese mismo día, el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), dependiente del Ministerio de Sanidad, se comprometió a realizar una de las muchas compras que ha hecho durante la pandemia.
El anuncio de la formalización del contrato se publicó ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE), casi cuatro meses después. En concreto, el órgano dirigido por Alfonso Jiménez Palacios, que ha estado envuelto en la polémica durante por el pago de sobreprecios y la adquisición de productos a empresas prácticamente desconocidas en el sector, selló un contrato con la firma Medical Simulator, S.L. para la compra, precisamente, de dispositivos de ventilación mecánica invasiva para el Covid-19. A diferencia de otras muchas, Medical Simulator figura entre las empresas que operan en España más solventes y acreditadas, con años de experiencia. En concreto, Ingesa acordó la adquisición de 47 ventiladores EMV+731, por un importe total sin IVA de 718.865 euros. El precio unitario sin el impuesto de cada equipo fue de 15.295 euros. Según el contrato, el importe total, con un IVA del 21%, elevó el coste de la operación para las arcas públicas hasta los 869.826,65 euros, con lo que cada ventilador tuvo un precio real de 18.506,95. ¿Eran aptos estos equipos para las UCIS?
Este periódico ha contactado con intensivistas y anestesiólogos, los principales especialistas que se han responsabilizado de los pacientes Covid-19 en estado crítico desde las UCIS, las unidades de Reanimación (REAS) o los quirófanos que se habilitaron al efecto ante la avalancha de enfermos en esa fase de la pandemia, y la respuesta tajante es que no. Uno de ellos asegura que se trata en realidad de ventiladores de transporte, no para UCI, y que su coste real no superaría los 9.000 euros en la versión civil. No obstante, la versión militar, que fue la pactada para la compra, sí alcanza el precio que se pagó por ella. La adquisición de respiradores no indicados para las unidades de críticos ha sido una constante en esta crisis.
“Este es un equipo que se desarrolló en el campo militar, los militares solo pueden llevar un respirador y además debe ser portátil. Ese respirador tiene que valer para tratar a un paciente con asma en su casa pero también para tratar a un paciente con neumonías bilaterales como pacientes COVID-19″, señalan fuentes de la empresa.
Este periódico ya informó de que apenas unos centenares de los miles de aparatos adquiridos son verdaderamente aptos para utilizarse con los enfermos más críticos. Ayer por ejemplo, LA RAZÓN informó de que el Ingesa pagó 29.700 euros por otros cuatro respiradores que no eran aptos para las UCIS. Se trataba, en concreto, del modelo VIVO 55. Un anestesiólogo consultado por este periódico asegura que se trata de un ventilador adaptable al medio, con un modo hogar para la apnea del sueño y otro clínico, para centros sanitarios. Según asegura, los pacientes críticos e intubados por presentar distrés respiratorio agudo por Covid-19, con fibrosis pulmonar extensa (pulmones rígidos) necesitan ventiladores de alto rendimiento, que puedan estar días y días funcionando sin fallos, lo que no sería el caso. Este especialista advierte además de que este dispositivo ya presenta dos alarmas, una de ellas notificada incluso por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.
Al igual que ha sucedido en numerosos contratos suscritos por el Ingesa, el firmado con Medical Simulator, S.L. se hizo mediante un procedimiento de adjudicación negociado sin publicidad, bajo la justificación de una situación de extrema urgencia, y la empresa que resultó adjudicataria fue también, una vez más, la única que presentó oferta, una constante en todo lo que España lleva de crisis.
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