El virus no entiende de territorios y golpeará a toda España

Si algo nos ha enseñado hasta ahora la pandemia de Covid-19 es que el virus no conoce fronteras ni distingue partidos políticos. Digo esto en relación a la campaña de acoso y derribo que el PSOE intensificó durante el verano contra Isabel Díaz Ayuso a cuenta de las cifras que ya por aquel entonces empezaba a arrojar la Comunidad de Madrid.

Unas cifras malas, sí, como lo fueron en el arranque de la primera ola, principalmente por las particularidades que encierra la capital: además de registrar una movilidad inusitada de personas, es el territorio más densamente poblado de toda España, un caldo de cultivo perfecto para que el SARS-CoV-2 cause estragos. En las próximas semanas volveremos a ver seguramente calles desiertas y hospitales colapsados. Imágenes que nos recordarán a marzo y abril. Y al que culpe al Gobierno regional de la falta de rastreadores convendría pedirle antes que explique por qué La Rioja, una de las autonomías que más profesionales destinó a la búsqueda de los contagios y de sus contactos, corre serio peligro de ser el segundo territorio en sucumbir a esta nueva embestida.

El virus golpeará a todas las regiones, nadie lo dude. Exactamente igual que hizo durante el estallido de la crisis, y sólo lo soportarán mejor aquellas que comenzaron a planificar hace meses. En Madrid, el consejero Enrique Ruiz Escudero lo hizo y no tuvo ni un día de vacaciones, pero en noviembre la comunidad dispondrá de un hospital de pandemias que pronto querrán copiar otros feudos. Algunos, por cierto, gobernados por el partido que criticó su puesta en marcha.