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Pandemia

Hombre, mayor y recuperado de Covid-19 grave, el mejor donante de plasma

Un nuevo estudio identifica el perfil de superviviente a la infección con mayor cantidad y calidad de anticuerpos que pueden ayudar a otros enfermos.

Un donante de plasma en el CTTC de Huelva.JUNTA DE ANDALUCÍA23/10/2020
Un donante de plasma en el CTTC de Huelva.JUNTA DE ANDALUCÍA23/10/2020larazonJUNTA DE ANDALUCÍA

Las transfusiones con plasma (la parte de la sangre que contiene anticuerpos) de pacientes recuperados de Covid-19 se han convertido en una opción terapéutica efectiva para tratar a personas convalecientes. Pero su potencial, por ahora, es más ambicioso que sus posibilidades, ya que requiere que se den una serie de circunstancias para que sea efectivo. En primer lugar, hay que saber que los pacientes en recuperación no pueden donar sangre hasta al menos 14 días después de que los síntomas hayan desaparecido. Sin embargo, diversos estudios han mostrado que los niveles de anticuerpos en la sangre de los pacientes con Covid-19 caen rápidamentedurante las semanas posteriores a que su organismo hayan eliminado el virus. Es decir, que para conseguir el preciado plasma (que puede salvar dos vidas por cada bote extraído al donante), la transfusión tiene que realizarse en un período específico. Por ello, identificar de un modo más preciso a los donantes hiperinmunes, es decir, aquellos que tienen anticuerpos más fuertes, es clave para ganar tiempo.

Identificar al donante “ideal”

Y eso es exactamente lo que ha revelado un nuevo estudio realizado con muestras de sangre de 126 supervivientes de la infección. Según la investigación, ser hombre, mayor y haber sufrido la infección de un modo severo (tanto que haya requerido hospitalización) hacen que el plasma tenga mayor calidad y cantidad de anticuerpos.

“Proponemos que el sexo, la edad y la gravedad de la enfermedad se utilicen para guiar la selección de donantes para los estudios de transferencia de plasma para convalecientes porque encontramos que estas eran características significativas de los pacientes que no sólo predecían la cantidad de anticuerpos sino también la calidad de ese anticuerpo”, señala el autor principal de este estudio, Sabra Klein, de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de la Johns Hopkins (Estados Unidos).

Los escasos estudios que se han realizado hasta ahora con plasma de pacientes recuperados han revelado una variabilidad significativa en sus respuestas de anticuerpos al virus, ya que algunos supervivientes tienen respuestas muy débiles, que no serían eficaces para ayudar a nuevos pacientes.

A mayor gravedad, mayor respuesta inmune

Para realizar la investigación, los científicos analizaron la sangre de los pacientes participante a través de varias pruebas, como la de la capacidad del plasma en cultivos celulares para neutralizar la infección de célula a célula con SARS-CoV-2, o las pruebas de niveles de anticuerpos contra la proteína de punta del coronavirus (la que cubre la superficie de sus partículas y permite que se adhiera e infiltre en las células humanas).

Como promedio, el plasma de los supervivientes que habían sido hospitalizados tenía más anticuerpos contra la proteína punta y neutralizaba el virus de manera más eficaz, lo que sugiere que la gravedad de la enfermedad provoca una respuesta inmunológica más fuerte.

Otra de las conclusiones interesante es la que obtuvieron usando kits de prueba comerciales con los 126 participantes, comprobando que los resultados que se obtenían permitían identificar también a aquellos con mayor cantidad de anticuerpos neutralizantes, a los que se presupone también altos niveles de anticuerpos anti-coronavirus. El hallazgo indica que, estos test, económicos y fáciles de usar, serían un buen modo de identificar a los donantes de plasma adecuados para los ensayos clínicos y los tratamientos.

¿Inmunizar?

Mientras llega la ansiada vacuna, estos avances ponen sobre la mesa nuevos modos posibles de inmunizar a la población de alto riesgo y aquellos que están expuestos a altos niveles de concentración del virus, como los profesionales sanitarios. El plasma de convalecientes ya ha sido usado con éxito en otros brotes epidémicos importantes, como los de sarampión, paperas, poliomielitis, Ébola e incluso la gripe pandémica de 1918.

En España, casi todas las CC.AA realizan protocolos de extracción de plasma hiperinmune, con los que se ha conseguido ayudar ya a cerca de 400 personas en su recuperación. Las campañas de donación de plasma son especialmente importantes en estos momentos en los que atravesamos la segunda ola de la pandemia, ya que, mediante un sencillo procedimiento, se pueden salvar vidas.