Cáncer de mama
Crean un sujetador contra la dermatitis causada por la radioterapia
Su tejido antibacteriano mantiene la piel aséptica minimizando la irritación y disminuye la incidencia de la radiodermitis, según un estudio
La cirugía conservadora seguida de radioterapia es el tratamiento de elección del cáncer de mama en estadios iniciales. Sin embargo, a pesar de los grandes avances tecnológicos que se han producido en Oncología Radioterápica, la toxicidad cutánea derivada del tratamiento sigue siendo una asignatura pendiente. Durante la radioterapia, la piel de la mama queda expuesta a la irradiación, lo que puede provocar dermatitis en mayor o menor grado (radiodermitis). Una afección que puede empeorar con el uso de la mayoría de sujetadores existentes en el mercado.
Dos equipos profesionales -uno de expertos textiles y otro de oncólogos radioterápicos- han compartido tecnología y experiencia para crear una prenda que permita minimizar el impacto adverso de la radioterapia sobre la piel de la mama, optimizando el tratamiento y mejorando la calidad de vida de las pacientes. Así, la colaboración entre los laboratorios textiles Muvu y el grupo biomédico Ascires ha dado como resultado un top diseñado específicamente para proporcionar el cuidado correcto a la epidermis de la mama durante el tratamiento radioterápico.
La prenda ha sido creada empleando la tecnología textil Regenactiv y dos tipos de fibras (viscosa CH y poliamida ion) con principios dermoespecíficos que permiten mantener la piel aséptica, minimizar la irritación cutánea y acelerar el proceso de recuperación de la posible dermatitis. El top Vidabra ayuda además a combatir otras patologías como la micosis submamaria (infección provocada por hongos), ezcemas y problemas cutáneos derivados del exceso de sudoración.
Diseño y tecnología con finalidad terapéutica
“La piel envuelve la glándula mamaria, con lo cual va a recibir siempre una dosis de radiación. Pero el daño cutáneo puede controlarse tanto con la precisión del tratamiento como con un cuidado correcto de la piel. El desarrollo de la prenda nos ha permitido introducir una serie de características que no existen en los sujetadores convencionales”, indica el doctor José Carlos Gordo, oncólogo radioterápico en Ascires, grupo biomédico pionero en la introducción en España de las técnicas más avanzadas de radioterapia oncológica.
Así, el tejido Regenactiv es antibacteriano, antifúngico y tiene una capacidad de absorción de la humedad un 50% superior a la del algodón. “Hemos conseguido desarrollar un sistema de tejeduría que maximiza la adaptabilidad de la prenda al cuerpo. Gracias a sus dos hilados principales, el sujetador mantiene la piel aséptica y facilita la regeneración de posibles lesiones cutáneas de manera mucho más eficaz”, explica el CEO de Muvu, Rafael Lurbe.
Además, el diseño especifico de la prenda permite que se ajuste a la paciente como una extensión de su propia piel gracias a su estructura sin costuras ni aros, franja de ajuste trasera con tres líneas de corchetes dotados de aleta interior protectora, tirantes anchos y zonas de máxima transpirabilidad y adaptabilidad para permitir el máximo grado de libertad de movimientos.
Validación clínica con pacientes reales
La eficacia de la prenda ha sido demostrada en un estudio de validación clínica independiente desarrollado con pacientes reales. Tras la medición realizada al acabar la radioterapia, el análisis concluye que existe una diferencia estadísticamente significativa entre las pacientes que usaron el top y las que no lo emplearon, observándose menos alteración cutánea en las que utilizaron el sujetador Vidabra.
“Al finalizar el estudio, hemos llegado a la conclusión de que la utilización de la prenda aporta un beneficio, optimizando el tratamiento de radioterapia de cáncer de mama de nuestras pacientes. Con este top conseguimos unir la eficacia y la precisión de nuestro tratamiento al máximo cuidado de la piel”, expone la doctora Amparo González, oncóloga radioterápica en Ascires.
Además, en la valoración cutánea realizada por un dermatólogo independiente y sin conocimiento previo de qué pacientes habían utilizado la prenda, se observó que casi la mitad de las mujeres que usaron el top no sufrieron ningún tipo de dermatitis y el resto sólo experimento una leve irritación. En cambio, en las pacientes que no utilizaron el sujetador se apreció un aumento del número de casos con afectación cutánea leve, así como un mayor grado de dermatitis. Según el Observatorio de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), cada año 33.500 mujeres son diagnosticadas en España con este tumor.
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