Cáncer

Ciertas patologías crónicas, como las oncológicas, se han visto desplazadas por la pandemia

Personal sanitario trabaja en una planta del madrileño Hospital Gregorio Marañón
Personal sanitario trabaja en una planta del madrileño Hospital Gregorio MarañónRodrigo JiménezAgencia EFE

El enorme consumo de recursos sanitarios, tanto humanos como de todo tipo, destinados a la pandemia del coronavirus ha generado un desplazamiento en la atención a ciertas patologías crónicas, como las oncológicas. Precisamente los pacientes con cáncer han sido uno de los colectivos más afectados, por cuanto los diagnósticos disminuyeron entre 20%-25%, la interrupción de los tratamientos (quimioterapia, radioterapia…) alcanzó hasta el 36,5%. En lo que respecta a la cirugía programada en estos enfermos, un 44% sufrió la cancelación o el retraso sine die. Un 25% de los tratamientos sistémicos o generalizados fueron aplazados o interrumpidos momentáneamente.

Estos datos han sido expuestos por los directores de la Cátedra de Oncología Quirúrgica de Alcalá de Henares (Madrid), los doctores Augusto García Villanueva y Pedro Carda. Este último expresó que la pandemia ha tenido “un impacto determinante en los enfermos con cáncer por el desvío de recursos para la atención de los pacientes con Covid-19, por lo que el ritmo de trabajo asistencial de nuestros enfermos se ha alterado en numerosos aspectos”. Estos expertos advirtieron de que falta todavía perspectiva en el tiempo “para evaluar la repercusión de estas medidas, porque ahora mismo no podemos”.

Por ello instan a que en esta segunda ola deberían corregirse esas deficiencias y “hace falta información global y un profundo conocimiento de esas carencias del paciente oncológico para poder tomar decisiones conjuntas”.

El doctor Gabriel Heras, especialista en Medicina Intensiva vinculado a la Cátedra de Humanización de la Asistencia de la Universidad Internacional de Valencia, defiende la necesidad de analizar las decisiones adoptadas para la atención a los pacientes con coronavirus y destaca las ocho áreas de mejora que subraya el estudio Catalyist, publicado en The New England Journal of Medicine”.