Estudio

Investigadores españoles explican la “hipoxia feliz” que sufren algunos pacientes con Covid-19

Un estudio sevillano sugiere que la infección del cuerpo carotídeo por el SARS-CoV-2 podría alterar su capacidad para detectar los niveles de oxígeno en sangre y lo incapacita para “notar” su caída de las arterias

Los pacientes con “hipoxemia silenciosa” suelen sufrir un desequilibrio repentino, llegando a un estado crítico que puede resultar fatal. Glòria Sánchez / Europa Press21/12/2020
Los pacientes con “hipoxemia silenciosa” suelen sufrir un desequilibrio repentino, llegando a un estado crítico que puede resultar fatal. Glòria Sánchez / Europa Press21/12/2020Glòria SánchezEuropa Press

Una de las características fisiopatológicas del Covid-19 que más ha desconcertado a la comunidad científica y médica es lo que se conoce como“hipoxemia silenciosa” o “hipoxia feliz”. Los pacientes que sufren este fenómeno, cuyas causas aún se desconocen, padecen una neumonía grave con niveles de oxígeno en sangre arterial marcadamente disminuidos (conocida como hipoxemia). Sin embargo, no informan disnea (sensación subjetiva de dificultad para respirar) o aumento de la frecuencia respiratoria, que suelen ser síntomas característicos de las personas con hipoxemia por neumonía o cualquier otra causa.

Los pacientes con “hipoxemia silenciosa” suelen sufrir un desequilibrio repentino, llegando a un estado crítico que puede resultar fatal. Normalmente, las personas (sanas o enfermas) con hipoxemia informan una sensación de falta de aire y una frecuencia respiratoria más alta, lo que aumenta la absorción de oxígeno del cuerpo. Este mecanismo reflejo depende de los cuerpos carotídeos. Estos pequeños órganos, ubicados a ambos lados del cuello junto a la arteria carótida, detectan la caída de oxígeno en la sangre y envían señales al cerebro para estimular el centro respiratorio.

Un grupo de investigadores del Instituto de Biomedicina de Sevilla -IBiS / Hospitales Universitarios Virgen del Rocío y Macarena / CSIC / Universidad de Sevilla, liderado por el Dr. Javier Villadiego, el Dr. Juan José Toledo-Aral y el Dr. José López-Barneo, especialistas en el estudio fisiopatológico del cuerpo carotídeo, han sugerido en la revista “Function” , que la “hipoxemia silenciosa” en los casos de Covid-19 podría ser causada por la infección de este órgano por el coronavirus (SARS-CoV-2).

Esta hipótesis, que ha despertado el interés de la comunidad científica por su novedad y posible trascendencia terapéutica, proviene de experimentos que han revelado una alta presencia de la enzima ECA2, la proteína que utiliza el coronavirus para infectar células humanas, en el cuerpo carotídeo. En pacientes con Covid-19, el coronavirus circula en la sangre. Por lo tanto, los investigadores sugieren que la infección del cuerpo carotídeo humano por el SARS-CoV-2 en las primeras etapas de la enfermedad podría alterar su capacidad para detectar los niveles de oxígeno en sangre, lo que resultaría en una incapacidad para “notar” la caída de oxígeno en las arterias. Si se confirma esta hipótesis, que actualmente se está probando en nuevos modelos experimentales.