Investigación

Confirman que la Covid-19 provoca daño cerebral en los pacientes

El SARS-CoV-2 es capaz de provocar inflamación en los vasos sanguíneos del cerebro como respuesta del cuerpo ante el virus

Imagen del daño e inflamación en los vasos sanguíneos de un paciente con covid
Imagen del daño e inflamación en los vasos sanguíneos de un paciente con covidArchivo

Las consecuencias de la Covid-19 en los pacientes resultan todavía inciertas en muchas ocasiones. El último hallazgo al respecto confirma que el SARS-CoV-2 es capaz de dañar el cerebro y provocar inflamación en los vasos sanguíneos, una contestación que podría ser consecuencia de la respuesta inflamatoria del cuerpo ante el virus, ya que en los tejidos analizados no se hallaron rastros de la infección. Así lo confirma un estudio realizado por investigadores de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos y publicada ayer en la prestigiosa revista científica “New England Journal of Medicine”.

En concreto, el estudio analizó tejido cerebral de 19 fallecidos por la enfermedad, en los que había “sistemáticamente, marcas de daño” causadas por el adelgazamiento y fugas en los vasos sanguíneos. Sin embargo, no vieron “signos de SARS-CoV-2 en las muestras de tejido, lo que sugiere que el daño no fue causado por un ataque viral directo al cerebro”, según confirman los investigadores. De esta manera, los cerebros de los pacientes que contraen la Covid-19 “pueden ser susceptibles de daños en los vasos sanguíneos microvasculares” y los resultados “sugieren que pueden estar causados por la respuesta inflamatoria del cuerpo al virus”, según el autor principal del estudio, Avindra Nath, de los NIH.

Aunque la Covid-19 es principalmente una enfermedad respiratoria, los pacientes a menudo experimentan problemas neurológicos como dolores de cabeza, delirio, disfunción cognitiva, mareos, fatiga o pérdida del sentido del olfato y, en ocasiones, pueden sufrir derrames cerebrales y otras neuropatologías. Por todo ello, el equipo examinó en profundidad muestras de tejido cerebral de 19 pacientes fallecidos de marzo a junio, con una edad entre cinco y 73 años y que murieron desde pocas horas hasta dos meses después de manifestar síntomas; muchos tenían uno o más factores de riesgo, como diabetes, obesidad y dolencias cardiovasculares.

En concreto, muestras de los bulbos olfativos y el tronco cerebral, que se consideran las regiones cerebrales mas susceptibles de verse afectadas por la enfermedad, fueron examinadas con resonancias magnéticas de muy alta sensibilidad. Así, las exploraciones revelaron que en ambas regiones “abundaban” manchas brillantes (hiperintensidades), que a menudo indican inflamación, y otras oscuras (hipointensidades) que representan hemorragias. En análisis con microscopio vieron que los puntos brillantes contenían vasos sanguíneos más delgados de lo normal que, a veces, filtraban proteínas de la sangre al cerebro, lo que “parecía desencadenar una reacción inmunológica”. Las manchas estaban rodeadas de células T de la sangre y de las propias células inmunes del cerebro, tal y como detalla el informe, mientras que las manchas oscuras contenían vasos sanguíneos coagulados y con fugas, pero sin respuesta inmunológica.

El investigador principal destaca la sorpresa del equipo, pues esperaban ver daño causado por la falta de oxígeno y, sin embargo, encontraron “áreas multifocales de daño que, normalmente, se asocian con derrames cerebrales y enfermedades neuroinflamatorias”, explica Nath. En este sentido, los investigadores no vieron signos de infección en las muestras de tejido cerebral, aunque utilizaron varios métodos para detectar el material genético o las proteínas del SARS-CoV-2. “Hasta ahora, nuestros resultados sugieren que el daño que vimos puede no haber sido causado por el virus del SARS-CoV-2 que infecta directamente el cerebro”, advierte. Para salir de dudas, en el futuro, el equipo planea estudiar cómo la Covid-19 daña los vasos sanguíneos del cerebro y si eso produce algunos de los síntomas a corto y largo plazo que se ven en los pacientes.