Pérdida de visión

La contaminación atmosférica causa también un mayor riesgo de degeneración macular

Un estudio publicado hoy en “British Journal of Ophthalmology” vincula la polución atmosférica con esta pérdida de visión progresiva e irreversible

Capa de contaminación sobre Madrid desde el Cerro del Tío Pío
Capa de contaminación sobre Madrid desde el Cerro del Tío PíoJesús HellínEuropa Press

La contaminación atmosférica está relacionada con el alzhéimer, el párkinson... y ahora también con la degeneración macular asociada a la edad. Así, según un estudio publicado hoy en la revista ‘British Journal of Ophthalmology’, la polución atmosférica está asociada con esta pérdida de visión progresiva e irreversible. Si se confirma ese hallazgo, podría allanar el camino para nuevas opciones de tratamiento, según los investigadores.

La DMAE es la principal causa de ceguera irreversible entre las personas mayores de 50 años en los países ricos y se prevé que el número de afectados llegue a los 300 millones en 2040. Los factores de riesgo conocidos incluyen la edad avanzada, el tabaquismo y la composición genética. Dado que la contaminación del aire ambiental está asociada con mayores riesgos de enfermedades cardíacas y respiratorias, los investigadores quisieron saber si también podría estar asociada con un mayor riesgo de DMAE.

Los científicos se basaron en datos de 115.954 participantes en el estudio UK Biobank (UKBB), con 40 a 69 años y sin problemas oculares al comienzo de la investigación, en 2006. Se solicitó a los participantes que informaran sobre cualquier diagnóstico formal de DMAE realizado por un médico. Y los cambios estructurales en el grosor y/o el número de receptores de luz en la retina, indicativos de degeneración macular, se evaluaron en 52.602 personas de las que se disponía de datos completos en 2009 y 2012 mediante imágenes de la retina.

Las medidas de contaminación del aire ambiental incluyeron las partículas en suspensión PM2.5, dióxido de nitrógeno (NO2) y óxidos de nitrógeno (NOx), cuyos datos fueron proporcionados por el Proyecto de Determinantes Ambientales de la Salud BioSHaRE-EU. Los autores utilizaron información oficial sobre tráfico, el uso de la tierra y la topografía para calcular los niveles de contaminación atmosférica media anual en las direcciones de los hogares de los participantes.

Del número total de participantes del estudio, un total de 1.286 (poco más del 1%) fueron diagnosticados con DMAE. Entre las 52.602 personas cuyos ojos habían sido evaluados, el 75% de los que contaban con un diagnóstico clínico de DMAE presentaban signos de degeneración macular en las imágenes de la retina, en comparación con sólo un 12% de los que no lo tenían.

Tras considerar los factores potencialmente influyentes, incluidas las condiciones de salud subyacentes y el estilo de vida, el análisis de los datos mostró que una mayor exposición a partículas finas (PM2.5) se asoció con un riesgo más alto (8%) de DMAE, mientras que todos los demás contaminantes, excepto los gruesos material particulado, se vincularon con cambios en la estructura de la retina.

Los autores precisan que el estudio es observacional, por lo que no pueden establecer la causa, pero los hallazgos se hacen eco de los encontrados en otras partes del mundo. No obstante, sugieren que la contaminación del aire ambiental podría estar posiblemente asociada con la DMAE a través del estrés oxidativo o la inflamación.

“Nuestros hallazgos se suman a la creciente evidencia de los efectos dañinos de la contaminación del aire ambiental, incluso en el contexto de una exposición relativamente baja”, concluyen los autores del estudio.