Investigación

Jugar al golf, más beneficioso para el párkinson que el tai chi

Los golfistas fueron más rápidos en las pruebas de equilibrio y capacidad para caminar que los que practicaron este arte marcial

Los pacientes con párkinson que participaron en el estudio y que jugaron al golf mejoraron sus capacidades motoras
Los pacientes con párkinson que participaron en el estudio y que jugaron al golf mejoraron sus capacidades motorasERIK S. LESSEREFE

El párkinson no tiene cura, pero al igual que hay medicamentos que pueden ayudar a controlar los síntomas, realizar ejercicio moderado puede ayudar a retrasar la progresión de los síntomas. El tai chi es un gran aliado para mantener el equilibrio y prevenir caídas. Sin embargo, su práctica, en occidente, no es precisamente muy habitual. Al menos hasta la fecha. Por este motivo, un equipo de investigadores de Estados Unidos decidió comparar los beneficios del tai chi con el golf en estos pacientes, teniendo en cuenta que el segundo causa pocas lesiones y, según diferentes estudios ya publicados, mejora el equilibrio y la calidad de vida después de un accidente cerebrovascular. Además, «es el deporte más popular entre las personas mayores de 55 años (al menos en EE UU), lo que podría alentar a las personas a probarlo y a seguir con él», explica Anne-Marie A. Wills, del Massachusetts General Hospital Boston, miembro de la Academia Estadounidense de Neurología y autora del estudio.

Los resultados de esta investigación preliminar son prometedores. Cuando se trata de evaluar cuál es el ejercicio más beneficioso para las personas con la enfermedad de Parkinson, el golf puede tener un rendimiento superior al del tai chi, según esta investigación que se presentará en la 73ª Reunión Anual de la Academia Estadounidense de Neurología que tendrá lugar del 17 al 22 de abril de 2021.

El estudio encontró que el golf era mejor que el tai chi para mejorar equilibrio y movilidad. Para llegar a esta conclusión, los investigadores involucraron a 20 personas con enfermedad de Parkinson moderada. A todos ellos se les ofreció participar en 10 semanas de dos clases grupales de una hora por semana de golf o tai chi sin costo alguno. Ocho personas fueron asignadas al azar para practicar su swing de golf en un campo de prácticas, mientras que 12 hicieron tai chi.

Al comienzo y nuevamente al final del estudio, los investigadores evaluaron a todos ellos sometiéndoles a diferentes pruebas, incluida una que mide el equilibrio, la capacidad para caminar y el riesgo de caídas en los adultos mayores.

No hubo diferencia especialmente significativa en la asistencia. El 62% de los golfistas y el 42% de los que practicaron el arte marcial completaron el 80% o mas de sus clases. “La edad promedio de los golfistas fue de 63 frente a 73 en tai chi. Esta fue la única variable de referencia que fue diferente entre los dos grupos”, precisa Will a este periódico.

Para el estudio, “al empezar y al terminar les hicimos la prueba Time Up and Go, que mide la velocidad de la marcha, la de giro y la capacidad para levantarse de una silla. Los dos grupos obtuvieron resultados similares al inicio del estudio. Tras 10 semanas, los golfistas fueron, en promedio, 0,96 segundos más rápidos en la prueba al final del estudio, mientras que los que hicieron tai chi empeoraron 0,33 segundos. Es decir, 1,29 segundos de diferencia entre ambos grupos tras el ejercicio”, explica la autora.

Los participantes mostraron un nivel de satisfacción con las clases similar, aunque el 86% de los golfistas y el 33% de los que asistieron a tai chi aseguraron que «definitivamente» les gustaría continuar con esta actividad. Aparte del dolor muscular causado por el golf, no hubo diferencia en cuanto a caídas o eventos adversos entre los participantes.

«Si bien los resultados para el golf pueden ser sorprendentes, es importante recordar que el número de participantes en nuestro estudio fue pequeño y el período durante el cual los estudiamos fue relativamente corto», dijo Wills, que reconoció que «se necesita más investigación en grupos más numerosos de participantes, durante períodos de tiempo más largos».

En todo caso, «sabemos que las personas con la enfermedad de Parkinson se benefician del ejercicio, pero no suficientes personas con la enfermedad hacen suficiente actividad física como terapia», recordó Will, que espera continuar con esta investigación para confirmar estos resultados preliminares.

Por cierto, el boxeo sin contacto es otro aliado para el párkinson según otro estudio publicado en marzo de 2020 por el Centro médico McGaw de la Universidad Northwestern en Chicago: Menos fatiga, menos miedo a caerse y mejor estado de ánimo.