Coronavirus

La bronquiolitis repunta tras la Covid

La casi nula circulación del virus durante el invierno y la relajación de las restricciones de movilidad, posibles causas de este inesperado brote

Bronquiolitis
Bebé ingresado en un hospitalDreamstimeDreamstime

El invierno 2020-21 pasará a la historia, además de por la crisis del coronavirus, por ser el primero sin gripe y, prácticamente, sin infecciones respiratorias como consecuencia de las medidas tomadas para evitar el contagio del SARS-CoV-2. Ahora, a las puertas del verano, otro fenómeno igual de sorprendente está empezando a detectarse: la aparición de casos de bronquiolitis, una enfermedad producida por el virus respiratorio sincitial (VRS) considerado estacional y propio del invierno, si bien los meses de noviembre y diciembre es cuando más incidencia suele tener.

«Es un fenómeno enigmático y sorprendente», asegura Ángel Hernández Merino, pediatra y portavoz de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), para el que, por el momento, no tienen una explicación clara.

Explicación

Entre las teorías que se barajan para justificar este resurgir hay varias. De una parte que es probable que la relajación en las medidas contra la Covid-19 hayan abierto la puerta a una mayor propagación del VSR. «Con la reducción de las restricciones de movilidad en la población, unido a que hay una menor circulación del SARS-CoV-2 que hizo interferencia en su momento, ahora el VRS tiene “campo” y se expande», cuenta Hernández-Merino.

Otra razón puede ser que los meses transcurridos, en los que apenas ha habido casos, han hecho perder la inmunidad a los niños. Esa inmunidad reducida al VRS también puede haber contribuido tanto a un aumento en el número de niños sin experiencia previa al VRS como a una posible disminución de la inmunidad al virus en los más mayores en relación con el retraso de la temporada.

«Los niños no llevan mascarilla, también es más difícil que guarden la distancia de seguridad y el virus está ahí. Eso, unido a la relajación de medidas puede ser la explicación más plausible», coincide José Ramos, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Clínico de Madrid.

Tendencia descendente

En cualquier caso, y pese a este «asombroso brote», como lo califica Ramos, parece que la tendencia es a disminuir. Según datos de la semana pasada (última de la que se disponen, publicados este mismo jueves), se han identificado tres casos de VRS (en torno al 1% de las muestras). Lo que supone una reducción respecto a las 10 notificadas de la semana previa, poniendo fin a la tendencia ascendente de las tasas semanales de incidencia en el grupo de 0-4 años observada desde la semana 10 (esto es, desde el 8 de marzo).

Así, desde el inicio de la temporada se han identificado 46 detecciones de VRS entre las 7.142 (0,6%) muestras no centinela analizadas por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica. Ramos, no obstante, alude a un retraso en el sistema de notificación de los mismos pues en su servicio están viendo alrededor de «uno o dos ingresos diarios; en la última semana unos 25-30 casos, de los que hay unos siete u ocho ingresados, alguno derivado de otros hospitales pues disponemos de UVI pediátrica», señala.

«Aunque los casos detectados parece que no son muchos, sí comparado con los meses de noviembre o diciembre pasados – añade el pediatra de la AEPap–. En cualquier caso, el número absoluto es bajo y tampoco es regular. Sólo se ha informado en algunas ciudades, como Madrid y Barcelona, pero no en otros lugares de España».

Igual que el hemisferio sur

Lo ocurrido en los países del hemisferio sur (donde su verano coincide con nuestro invierno) ya hacía prever algo parecido a lo que está pasando con la bronquiolitis, igual que también pasó con la «desaparición» de la gripe. «Se está produciendo exactamente los mismo que ha pasado en Australia», corrobora Ramos.

En cuanto a la posible duración del brote, ambos expertos coinciden en que éste no parece ser como las grandes picos epidémicos de otros inviernos. «No creo que vaya a suponer un problema de atención sanitaria importante», opina Hernández-Merino. «Esta semana estamos viendo más o menos los mismos casos de la pasada, por lo que no está habiendo un aumento exponencial como en un invierno normal», señala Ramos.

En busca de tratamiento

Actualmente, la bronquiolitis no dispone de ningún tratamiento específico. Los resultados positivos de un ensayo en fase 3 con un nuevo anticuerpo monoclonal han demostrado que reduce las infecciones de las vías respiratorias inferiores que requieren atención médica (hospitalización o ambulatoria) debido al VRS en niños prematuros sanos y en nacidos a término.
Así concluye el estudio Melody que ha analizado los resultados con nirsevimab –que es como se llama el anticuerpo– y que ha alcanzado su objetivo primario, antes de lo previsto, y en 2022 se presentará para su aprobación la indicación para todos los bebés. «Los resultados del ensayo representan una extraordinaria noticia.
Esta nueva generación de anticuerpos monoclonales, que además se administraría en una dosis única durante la temporada de VRS, va a cambiar el paradigma actual y abrirá la puerta a la prevención de la bronquiolitis en toda la cohorte de nacimiento, disminuyendo la carga de la enfermedad tanto los ingresos hospitalarios, como las consultas en urgencias y en primaria», señala Rosa Rodríguez, jefa de Sección de Pediatría del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.