Descanso

Cómo evitar el dolor cervical sin cambiar de almohada

Hasta un 35% de españoles se despierta a diario con dolor en el cuello o rigidez

Múltiples problemas que afectan a la salud se deben a la mala calidad de sueño
Múltiples problemas que afectan a la salud se deben a la mala calidad de sueñoLa RazónLa Razón

Igual de importante es elegir un buen colchón como una buena almohada para conseguir un descanso reparador. Pero no siempre es fácil, ya que para lograr un buen descanso es preciso que cabeza, cuello y columna vertebral estén alineados, así se consigue una adecuada postura de la columna y se relajan los músculos. Según el Consejo de Colegios de Fisioterapeutas, más del 66% de la población tiene al menos un suceso de dolor cervical a lo largo de su vida. Y se estima que hasta un 35% de personas en España se despierta todos los días con dolor en el cuello, así como con rigidez en las cervicales, lo que impide girar el cuello con normalidad.

De hecho, una inadecuada almohada, bien por grosor o bien por firmeza, puede ser una pesadilla a la hora de conciliar el descanso. Tanto es así que un 7% de los problemas de sueño se debe a una almohada incómoda, como explican desde la Unidad Funcional del Sueño del Hospital Universitario Araba de Vitoria-Gasteiz, y desde el Laboratorio de Cronobiología IMIB-Arrixaca de la Universidad de Murcia en la Revista de Neurología.

Pero para evitar los dolores cervicales, no tiene por qué cambiar de almohada. El suplemento elevador Actineck está diseñado para equilibrar y reeducar la postura y alineación de cuello y cabeza para prevenir dolores cervicales y garantizar una relajación y un descanso óptimos. Para ello, únicamente es necesario ubicar este complemento fisiológico debajo de su almohada habitual, lo que permitirá reeducar la postura y alineación de cuello y cabeza sin tener que sufrir el cambio de relleno durante largas semanas o cada vez que viaja. Pero, ¿cómo es posible? El suplemento Actineck tiene un núcleo semi rígido viscoelástico de altísima calidad de tres centímetros de grosor y de elevada densidad de 50 kg/m3.

Una de las mayores ventajas que la espuma viscoelástica supone para nuestro descanso es que permite que el cuerpo adopte una posición natural. De este modo, la musculatura se relaja, lo que permite aliviar las tensiones acumuladas durante el día y lograr un descanso completo y reparador.

«Es un producto novedoso y patentado, resultado de la exhaustiva investigación científica de ortopedas, fisioterapeutas y expertos de la ciencia del sueño para proporcionarnos el máximo confort a la hora de dormir y prevenir dolencias», aseguran desde Actineck.

«Tenemos –prosiguen desde la compañía– una amplia gama de medidas para cubrir todas las necesidades estándares, 45-55-60-75-90 centímetros para camas de uso individual, y combinables entre ellas para conseguir la tuya ya sea de 105, 120, 135, 150 o 180 centímetros».

El dolor de cuello puede afectar a cualquier edad, incluidos los niños. Por eso en Actineck no se olvidan de los más pequeños de la casa. Han fabricado un suplemento elevador infantil que está especialmente diseñado para ellos.

De hecho, aumentando un poco la altura de la almohada, en algunos casos se mejora el reflujo en los bebés. Las medidas de la almohada de un bebé suelen ser las que se ajustan al ancho del moisés o a la cuna, ya que un bebé no necesariamente necesita una almohada. Es por eso que la compañía (www.actineck.com) ha desarrollado un suplemento de 55 x 30 x 3 centímetros de alto para conseguir este efecto.

¿Cuántos sueños tenemos cada noche?

Aunque no los recordemos, todos soñamos cada noche, y más de una vez. De hecho, los seres humanos tienen un promedio de entre cuatro y seis sueños distintos por noche. Pero podrían ser muchos más, ya que hay expertos que diferencian entre sueños principales y secundarios y elevan esta cifra hasta 12. La fase REM es precisamente en la que ocurren los sueños principales. Los estudios demuestran que un tercio de personas sufre trastornos de sueño. Una de las recomendaciones más importante es tener un ritmo diario constante y si es posible despertándose con el amanecer y acostarse con la puesta del sol respetando los ritmos circadianos.