Por qué el zinc es tan importante

El zinc es un mineral esencial que desempeña un papel en las enzimas antioxidantes, la función cerebral y el sistema inmunológico, entre muchas otras funciones biológicas. Se estima que la ingesta inadecuada de zinc afecta a alrededor del 10% de las personas en los Estados Unidos, pero las tasas de insuficiencia global superan el 50%.

Su deficiencia en la infancia puede afectar el crecimiento y, en los adultos, puede provocar hipogonadismo en los hombres, así como letargo mental, depresión y anomalías cutáneas. Los niveles bajos de zinc debido a la diabetes pueden empeorar aún más la resistencia a la insulina.

El zinc es un mineral esencial que está presente de forma natural en alimentos de origen vegetal y animal. En general, son una buena fuente de zinc los alimentos ricos en proteínas. En particular, en comparación con otras fuentes alimentarias, las ostras lo contienen en gran cantidad. Otras fuentes ricas en zinc son el hígado (30-150 mg/kg), la carne roja (15-25 mg/kg), el buey de mar, el bogavante y similares y, en menor medida, las aves y los pescados (4-8 mg/kg).

Los principales grupos de riesgo son los fumadores, los vegetarianos, las personas mayores, las mujeres gestantes y lactantes, los pacientes con afecciones gastrointestinales y otras dolencias.

El zinc tiene dos dosis estándar. La dosis baja es de 5 a 10 mg, mientras que la alta es de 25 a 45 mg. La dosis baja funciona bien como preventivo diario, mientras que la alta debe ser tomada por cualquier persona con riesgo de deficiencia de zinc. El zinc en su forma liposomada es una buena opción terapéutica.

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