Ultrasonido para operar el tromboembolismo pulmonar masivo

La tromboembolia pulmonar (TEP) es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en todo el mundo, con una incidencia anual en España de casi 30.000 casos al año y una mortalidad superior a un 15% de los casos.

Además, también existe una peligrosa interacción entre esta patología y el coronavirus, pues, tal y como advierte el doctor Fernando Gallardo, especialista del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular. del Hospital Quirónsalud Málaga, «se han reportado múltiples casos de enfermedad tromboembólica tras infección grave por Covid-19, ya que se ha demostrado que esta se trata de una enfermedad pro-coagulante que provoca la aparición de coágulos y trombos en la sangre».

Pero no todo iban a ser malas noticias: la tecnología ha avanzado también en su tratamiento, y los pacientes españoles beneficiarse de ello. Así, el Hospital Quirónsalud Málaga ha realizado con éxito el primer caso en España de tromboembolismo pulmonar masivo mediante terapia por ultrasonidos. Un procedimiento mínimamente invasivo, con mejores resultados y menores riesgos de hemorragia frente a una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en todo el mundo.

Como explica el doctor Rodríguez Morata, jefe del servicio de Angiología y Cirugía Vascular, «en nuestro servicio tenemos protocolizado lo conocido como “código TEP’', en el que a algunos pacientes concretos se les somete a una fibrinólisis mecánica y química con carácter de urgencia. Hasta ahora lo hemos hecho con una tecnología que se ha visto superada por el nuevo sistema EKOS (siglas en inglés de Ekosonic Endovascular System)».

Esta técnica, explica el doctor Gallardo, consiste en la inserción vía vena femoral de un dispositivo que navega bajo control radiológico por la vena cava, cruza el corazón y llega hasta las arterias pulmonares, donde realiza una destrucción del trombo (trombectomía) mediante el efecto de los ultrasonidos y fármacos disolventes de los coágulos (fibrinolíticos). La novedad es el empleo de ultrasonidos en esta patología grave y potencialmente mortal, ya que permiten disminuir la cantidad de fármaco necesario, y reducen el riesgo de hemorragia del paciente; permitiendo tratar a más pacientes, incluso aquellos con problemas de coagulación, y con mejores resultados.

Resultados superiores

El sistema previo consistía en un catéter que inyectaba a gran presión suero con fibrinolíticos mientras se iba moviendo en diversos planos, impregnando y destruyendo el trombo pulmonar. Esta técnica provocaba bradicardias extremas y en general no era bien tolerado por los pacientes. El nuevo sistema EKOS ha superado todo esto. Ahora implantamos el catéter en la arteria pulmonar (izquierda +/- derecha) en nuestra sala de hemodinámica, y la fragmentación y fibrinólisis se produce posteriormente en la UVI de una forma muy lenta y que no provoca bradicardia. El catéter, pasado unas horas, se puede retirar directamente en la propia UVI.

Hasta ahora, el abordaje en la mayoría de los centros se limita a la anticoagulación con heparina o a tratamientos con fibrinolisis sistémica, muy agresiva y con alto riesgo hemorrágico, en los casos más graves, completa el doctor Gallardo. Este abordaje permite tratar a más pacientes y de forma más segura, por eso se está convirtiendo en uno de los métodos de elección en centros de referencia en EE UU y Europa.

Los resultados con esta técnica ya son similares o superiores al resto de técnicas de trombectomía pulmonar con catéter, pero, además, con mucho menor riesgo hemorrágico, que es la principal complicación de este tipo de técnicas. Para disolver los trombos en pulmón se emplean fármacos muy agresivos que provocan sangrados en otras partes del cuerpo, por eso es importante que el uso de ultrasonidos permita disminuir su dosis y el tiempo de acción; pasamos de 48 horas de tratamiento, a las 6-12 horas con el sistema EKOS.