Salud
Así es la personalización en cirugía torácica gracias al robot Da Vinci
La robótica mínimamente invasiva logra mayor precisión en pacientes oncológicos y una recuperación más rápida
El nombre de Da Vinci resulta ya familiar para un gran número de pacientes, pues esta novedosa robótica se ha convertido en una herramienta en diferentes enfermedades. Ejemplo de ello es la cirugía torácica, un campo en el que cada vez existen más posibilidades: «Estamos ampliando el número de indicaciones. Las patologías más habituales son tumores pulmonares, de mediastino, lesiones pulmonares benignas, quistes torácicos, etc. Constantemente redefinimos los límites de la técnica para que pueda llegar a más pacientes», asegura el doctor Javier Moradiellos, jefe del Servicio de Cirugía Torácica del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, cuyo equipo fue el primero en España en realizar cirugía pulmonar robótica en 2015 y sigue siendo el que más experiencia acumula.
La cirugía torácica robótica con Da Vinci constituye la técnica más avanzada en intervenciones mínimamente invasivas, lo que se traduce en ventajas claras para los pacientes, como menor agresión y recuperaciones más efectivas, así como para el cirujano, capaz de visualizar el campo quirúrgico en un entorno inmersivo, tridimensional y en alta definición, incomparable con otras técnicas. Gracias a ello, «los postoperatorios son menos dolorosos y más cortos, hay menos pérdida de sangre y la recuperación de la calidad de vida resulta más rápida. Por otro lado, los instrumentos, similares a manos en miniatura, realizan movimientos finos y con gran precisión dentro del tórax», detalla el doctor Moradiellos, quien destaca que «los pacientes frágiles se benefician particularmente de la cirugía torácica robótica al resultar menos invasiva».
Las personas con cáncer son parte de ese grupo de afectados más vulnerables y en ellos este método suele ser el más indicado. «Desde el punto de vista oncológico, la cirugía torácica robótica resulta muy exhaustiva. La definición de la extensión de la enfermedad es precisa y fiable y ello hace que la indicación de tratamientos adicionales de consolidación como la quimioterapia y la radioterapia esté más fundamentada. Por otro lado, los pacientes están más rápidamente en condiciones de poder tolerarlos tras una cirugía mínimamente invasiva. Por ello, los beneficios de la cirugía robótica impactan positivamente en todas las fases del tratamiento de las enfermedades malignas torácicas», asegura el especialista.
Sin embargo, existen casos en los que, debido al tamaño del tumor, que debe extraerse íntegro para su análisis, Da Vinci no es una alternativa razonable. «Los antecedentes de infecciones pleuropulmonares severas o intervenciones previas pueden también desaconsejar la técnica. El objetivo no es realizar cirugía robótica a toda costa, sino primar la seguridad del paciente y una valoración especializada por un especialista resulta fundamental», reconoce el doctor Moradiellos.
Buen ejemplo de ello es el caso de J. L., un paciente que, tras superar la Covid-19, fue diagnosticado con un tumor torácico. Su delicada situación de salud le convertía en un candidato idóneo para la cirugía mínimamente invasiva a través de esta robótica, aunque sus circunstancias económicas no le permitían optar a ello. Sin embargo, fue posible el pasado verano gracias a la donación altruista de otra paciente intervenida con esta tecnología que donó 20.000 euros para pagar cirugías DaVinci a quien no pudiera permitírselo.
Así, esta robótica forma parte de un presente muy halagüeño, pero atisba un futuro aún más prometedor, ya que, según avanza el doctor Moradiellos, «en los próximos años asistiremos a avances como la inteligencia artificial aplicada a la toma de decisiones quirúrgicas y los sistemas de reconocimiento de imagen. La cirugía robótica será una cirugía cada vez más personalizada».
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