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Cáncer

Vinculan un compuesto habitual en plásticos con el desarrollo de algunos tumores

Un estudio español demuestra el papel que jugan ciertos compuestos de productos de uso cotidiano, interfireiendo en la actividad hormonal del organismo

Botellas de plástico
Botellas de plásticoPIXNIOPIXNIO

Los factores ambientales están detrás de un alto porcentaje de tumores. Esa tradicional sospecha ahora tiene una nueva constatación científica gracias a un análisis español desarrollado por el grupo de investigación de Epidemiología del Cáncer del ibs.Granada, que ha aportado nuevas evidencias sobre la relación entre la exposición al Bisphenol A (BPA), presente en numerosos productos elaborados a base de plástico, y algunos tipos de cáncer, como el de próstata o el de mama.

El estudio, liderado por la directora científica de ibs.Granada, la doctora María José Sánchez, y el doctor Miguel Rodríguez Barranco, en colaboración con el grupo de investigación de Oncología Básica y Clínica liderado por el doctor Nicolás Olea, ratifica una sospecha sobre la que la comunidad científica trabaja desde hace años. Son ya bastantes los estudios que indican el papel que pueden jugar ciertos compuestos presentes en algunos plásticos y otros productos de uso cotidiano, interfiriendo en la actividad hormonal del organismo. Es el caso del Bisphenol A (BPA), un compuesto ampliamente utilizado en la fabricación de polisulfonas y plástico de policarbonato, polímeros y resinas epoxi, o papel térmico, del que se producen alrededor de cinco millones de toneladas al año.

Debido a su potencial efecto como disrruptor endocrino, el BPA podría estar relacionado con la aparición de ciertos tipos de cánceres considerados hormonodependientes, como son el cáncer de mama o el cáncer de próstata, según confirma el nuevo estudio, que pone de relieve que pocas investigaciones en humanos habían estudiado hasta la fecha la asociación entre la exposición a BPA y el riesgo de desarrollar estos dos tipos de cáncer.

El estudio español, financiado por el Instituto de Salud Carlos III, y enmarcado dentro del Estudio Prospectivo Europeo sobre Nutrición y Cáncer (EPIC), se convierte en un potente y pionero trabajo de seguimiento durante 20 años a una muestra de algo más de 4.800 individuos (547 mujeres con cáncer de mama, 575 hombres con cáncer de próstata y 3.790 personas libres de la enfermedad). Así, tomando como referencia las muestras de sangre recogidas al inicio del proyecto EPIC entre los años 1992 y 1996, se determinó la exposición a BPA de todos los participantes del estudio midiendo la concentración en suero, siempre antes de desarrollar la enfermedad. Después de este seguimiento de dos décadas en los que se identificó a los sujetos que desarrollaron un cáncer de mama o un cáncer de próstata se pudieron comparar los niveles presentes en el organismo entre los individuos sanos y los diagnosticados de uno de esos dos cánceres.

Los resultados mostraron un mayor riesgo de desarrollar un cáncer de próstata en los hombres con niveles más altos de BPA en sangre, respecto a aquellos que tuvieron valores no detectables de este compuesto. Este resultado fue independiente de otros factores que pudieran actuar como de riesgo o protectores frente al cáncer de próstata. No se encontró, sin embargo, ninguna asociación entre los niveles de exposición a BPA y el riesgo de desarrollar cáncer de mama en la mujer.

Este estudio es el primero hasta la fecha que ha analizado el efecto de la exposición a largo plazo a BPA sobre el riesgo de dos de los cánceres más frecuentes, mediante un diseño de cohortes, con un seguimiento de largo tiempo y un número considerable de participantes, convirtiéndolo así en una investigación que “seguirá dando resultados importantes que ayuden a seguir aumentando el conocimiento” acerca de los factores de riesgo que contribuyen a la “pandemia” del cáncer en la sociedad actual.