Sociedad

Alarma

Las muertes por tuberculosis aumentan por primera vez en más de una década

La pandemia ha revertido años de progreso en la lucha contra esta enfermedad. La OMS alerta de que la mortalidad será mayor en 2021 y en 2022

Recreación de la bacteria Mycobacterium tuberculosis que causa la infección pulmonarCSIC11/05/2021
Recreación de la bacteria Mycobacterium tuberculosis que causa la infección pulmonarCSIC11/05/2021CSICCSIC

La tuberculosis es la segunda causa de muerte infecciosa tras la Covid-19. Y precisamente la pandemia ha revertido años de progreso mundial en la lucha contra esta enfermedad. De hecho, por primera vez en más de una década las muertes por tuberculosis han aumentado, según el informe Global TB 2021 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicado hoy.

En 2020, más personas murieron a causa de la tuberculosis, muchas menos personas fueron diagnosticadas y tratadas o recibieron tratamiento preventivo de la tuberculosis en comparación con 2019. Además, el gasto general en servicios esenciales para la tuberculosis disminuyó.

En concreto, aproximadamente 1,5 millones de personas murieron de tuberculosis en 2020 (incluidas 214.000 personas VIH positivas), frente a los 1,4 millones de fallecimientos por esta enfermedad de 2019. “Y eso es sólo una estimación, seguramente habrá habido más. La alarma ha sonado porque es la primera vez que la OMS ve que suben las muertes de una enfermedad tratable, que es lo vergonzoso, en vez de bajar en más de una década. Durante la pandemia parecía que había menos casos y ahora empieza a haber los mismos también en nuestros hospitales, incluso en España”, explica Carlos Martín, catedrático de la Universidad de Zaragoza del grupo de Genética de Micobacterias. Él y su equipo llevan 25 años diseñando una nueva vacuna, la MTBVAC, que a priori es más eficaz y protege mejor frente a la infección por aerosol con Mycobacterium tuberculosis que la actual vacuna BCG. Más muertes en 2022

El aumento en el número de muertes por tuberculosis se produjo principalmente en los 30 países con mayor carga de esta enfermedad. Y las proyecciones de modelos de la OMS sugieren que la cantidad de personas que desarrollarán esta enfermedad y morirán por esta causa podría ser mucho mayor en 2021 y 2022. “Habrá más defunciones porque esta enfermedad tiene una mortalidad del 50% si no se trata”, precisa el investigador español.

“Esta enfermedad es muy lenta, no tiene que ve con el SARS-CoV-2 que en menos de una semana uno se infecta y puede desarrollar la enfermedad. En el caso de la tuberculosis, el periodo de incubación puede durar incluso un año o más. La mayoría lo incuba en los primeros dos años y solo un 5-10% desarrolla la enfermedad”, añade.

Este informe confirma nuestros temores de que la interrupción de los servicios de salud esenciales debido a la pandemia pueda comenzar a desentrañar años de progreso contra la tuberculosis”, afirma el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS. “Esta es una noticia alarmante que debe servir como una llamada de atención mundial a la urgente necesidad de inversiones e innovación para cerrar las brechas en el diagnóstico, el tratamiento y la atención de los millones de personas afectadas por esta enfermedad antigua pero prevenible y tratable”. Los servicios frente a la tuberculosis se vieron interrumpidos, entre muchos otros, por la pandemia en 2020, pero el impacto en esta enfermedad ha sido particularmente severo. Muchas personas no fueron diagnosticadas en 2020: disminuyó de 7,1 millones en 2019 a 5,8 millones en 2020.

De hecho, la OMS estima que unos 4,1 millones de personas padecen tuberculosis actualmente pero no han sido diagnosticadas con la enfermedad o no han informado oficialmente a las autoridades nacionales. Esta cifra es superior a los 2,9 millones de 2019.También hubo una reducción en la provisión de tratamiento preventivo de la tuberculosis. Aproximadamente 2,8 millones de personas accedieron a este servicio en 2020, un 21% menos que en 2019. Además, el número de personas tratadas por tuberculosis farmacorresistente se redujo en un 15%, de 177.000 en 2019 a 150.000 en 2020.

Miedo a las cepas multirresistentes

Y eso es lo alarmante. “Europa y EE UU invierten en la lucha contra la tuberculosis por miedo a las cepas multirresistentes que están apareciendo en Rusia y Sudáfrica y frente a ello se necesita una vacuna. El problema aquí no sería la transmisión, sino que no habría tratamiento alguno si la cepa cambia totalmente”, explica el catedrático de la Universidad de Zaragoza, que recuerda que “por cada dólar invertido en vacunas contra la tuberculosis se invirtieron 1.000 dólares en el desarrollo de vacunas contra la Covid-19″.

Cae la inversión mundial para la tuberculosis

La financiación en los países de ingresos bajos y medianos, que representan el 98% de los casos de tuberculosis notificados, sigue siendo un desafío. El informe señala una caída en el gasto mundial en servicios de diagnóstico, tratamiento y prevención de la tuberculosis, de 5,8 mil millones de dólares a 5,3 mil millones, que es menos de la mitad del objetivo global para financiar completamente la respuesta a la tuberculosis de 13 mil millones anuales para 2022.

Mientras tanto, aunque hay avances en el desarrollo de nuevos diagnósticos, medicamentos y vacunas para la tuberculosis, esto se ve limitado por el nivel general de inversión en I + D, que en 2019 fue de 900 millones de dólares y está muy por debajo de la meta mundial de 2.000 millones de dólares al año. “Solo nos queda un año para alcanzar los objetivos históricos de tuberculosis para 2022 comprometidos por los jefes de Estado. El informe proporciona información importante y un fuerte recordatorio a los países para que aceleren urgentemente sus respuestas a la tuberculosis y salven vidas “, dijo la Dra. Tereza Kasaeva, directora del Programa Mundial de Tuberculosis de la OMS.

El informe pide a los países que implementen medidas urgentes para restaurar el acceso a los servicios esenciales de TB. Además, pide que se dupliquen las inversiones en investigación e innovación de la tuberculosis

Objetivo: primera vacuna universal española

“A nosotros la Covid-19 nos retrasó seis meses el ensayo en fase 2 de las vacunaciones de MTBVAC en Sudáfrica en adultos, y prácticamente un año el ensayo en bebés. Ha sido un desastre, pero ahora empieza a normalizarse. Si consiguiésemos prioridad se podrían acelerar todos los ensayos. Para que te hagas una idea llevamos 25 años con esta vacuna y el primer ensayo en fase 1 fue en 2012 (el permiso, el pinchazo a principios de 2013), cuando en Covid los ensayos de la vacuna se autorizaron en dos meses”, precisa el catedrático de la Universidad de Zaragoza.

“En noviembre de este año vamos a tener la definición de dosis de la vacuna MTBVAC -desarrollada por la empresa biofarmacéutica española Biofabri-. Para ello se ensayará la vacuna en 99 bebés divididos en grupos de aproximadamente 25 para comprobar la inmunogenicidad. Y comenzaremos a vacunar a bebés, unos 7.000 u 8.000, el próximo año para comparar la vacuna actual con la nuestra para ver qué vacuna funciona mejor”. Y es que la actual, que se descubrió a principios del siglo XX, salva de morir pero no protege de formas respiratorias.

En cuanto al ensayo en adultos, Carlos Martín explica que “queremos que sea un proyecto español porque tanto la investigación como su desarrollo está hecho por empresas españolas y ahora estamos colaborando con organismos europeos y americanos (IAVI y TBVI). Pero nos gustaría que el liderazgo fuera del Instituto de Salud Carlos III. Hemos hablado con ellos, pero, tras dos años de conversaciones, se paró todo con la Covid”. Es el momento de retomarlo. Un estudio internacional sobre la tuberculosis realizado en tres grupos de macacos Rhesus ya demostró que la nueva vacuna MTBVAC, “made in Spain”, es más eficaz y protege mejor frente a la infección por aerosol con Mycobacterium tuberculosis que la actual vacuna BCG, lo que la convierte en candidata para convertirse en la vacuna universal contra la tuberculosis respiratoria. Un objetivo que podría convertirse en realidad en “seis años”. Con más inversión se podría empezar antes a salvar vidas frente a esta enfermedad que en 2020 causó, al menos, 1,5 millones de muertes.