Opinión

PGE 2022: nueva oportunidad perdida

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados celebrada el pasado 20 de octubre
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados celebrada el pasado 20 de octubreEduardo ParraEuropa Press

María Jesús Montero, médico y ministra de Hacienda y Función Pública, ha calificado el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2022 como el «de la recuperación justa» y el que destina «más recursos que nunca para Sanidad». Nada más lejos de la realidad en mi opinión.

Ya en mi artículo anterior, en el que instaba al Gobierno a priorizar mejoras en atención primaria, mi desconfianza en el Ejecutivo era plena por la disminución del 17,3% en la dotación para el Ministerio de Sanidad que entonces había trascendido públicamente.

Con el paso de los días, y la presentación formal del proyecto de PGE en el Congreso de los Diputados, mis temores se han visto superados y más allá del citado recorte, también se han visto menguadas las dotaciones para Sanidad financiadas con las ayudas y los mecanismos de recuperación (en un 54,74%, 1.612 millones de euros menos), al tiempo que de los 27.633 millones de euros provenientes de los Fondos europeos, únicamente el 2,2% (sin contar con el 2,7% a vacunas contra la Covid-19) es destinado al ámbito sanitario.

Además, el Ejecutivo propone 176 millones de euros para el desarrollo del marco estratégico de primaria (frente a los 1.088,76 millones de 2021 y frente al mínimo de 4.000 millones que solicitan los médicos), 30 millones de euros para el «Plan de Acción de Salud Mental y Covid-19» (Pedro Sánchez prometió 100 millones el pasado 9 de octubre en rueda de prensa…) y, por plantear otro ejemplo, 28 millones para implantar la protonterapia (para ello «se contará con la ayuda a través de donaciones de la Fundación Amancio Ortega». Más que positivo, pero… ¿No eran el Gobierno ‘anti’ público-privado en Sanidad?).

Recortes, insuficiencias, incoherencias, ausencia de soluciones útiles a carencias urgentes en salud pública, cartera de prestaciones, ordenación profesional… y nula prioridad para Sanidad (1,44% del total de 458.969,57 millones de euros del proyecto de ley). En consecuencia, los PGE para 2022 son una nueva oportunidad desaprovechada para blindar el sistema sanitario español y llevar a la práctica las reformas que requiere para garantizar su solvencia y avanzar en calidad, cohesión, calidad y seguridad desde la sostenibilidad.