Belleza
Estos son los gestos que favorecen la aparición de las arrugas
Estos signos de la edad suelen estar localizadas en la frente, en el entrecejo, en las patas de gallo, el dorso de la nariz, el las comisuras de la boca, en los surcos nasogenianos y en el cuello.
En los años 90 la ex “spice girl”, Victoria Beckham, dejó de sonreír para evitar la aparición de arrugas. Aquella manía siempre provocó mucha sorna, porque parecía absolutamente indolente a lo que sucedía a su alrededor; pero en algo sí que tenía razón: hay ciertos gestos faciales que envejecen enormemente la piel del rostro y el cuello... aunque quizás no debamos darle tanta importancia como Victoria Beckham.
La Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) explica que las arrugas de expresión son consecuencia de los gestos que hacemos con nuestro rostro, y suelen estar localizados en la frente, en el entrecejo, en las patas de gallo, el dorso de la nariz, el las comisuras de la boca, en los surcos nasogenianos (desde el final de la nariz y que descienden oblicuamente hasta ambos límites de la boca), en el mentón y en el cuello.
Así que, en función del estado de ánimo que refleje nuestra cara, las consecuencias serán unas u otras:
El estrés, la tensión y la preocupación nos llevan a apretar la mandíbula; lo que hace que esta presión arrugue el mentón y aumente el volumen del cuadrante inferior, provocando que se nos ponga la “cara cuadrada”.
Otra cosa que solemos hacer cuando estamos bajo una situación de estrés, es fruncir el ceño; lo que favorece la aparición de líneas de expresión en el entrecejo y en la zona inferior de la frente. El área del contorno de los ojos es especialmente sensible a esta tensión, porque en esta zona la dermis es mucho más fina, por lo que debemos tener especial cuidado con ella.
El más mínimo gesto puede hacerse notar. Por ejemplo, si tenemos algún problema de visión, forzaremos la mirada y, en consecuencia, añadiremos más tensión a la zona. También ocurre cuando nos exponemos a cambios repentinos de luz, por eso siempre es recomendable llevar nuestras gafas de sol con nosotros... para que nos protejan de repetir continuamente este gesto al mirar al Sol.
Fruncir el ceño es un gesto muy habitual... y que no necesariamente responde a un estímulo estresante, sino que también lo hacemos cuando observamos algo con detenimiento o cuando hacemos alguna actividad que necesite mucha concentración. Por eso, las arrugas en el entrecejo son las marcas de edad más habituales.
Cuando estamos concentrados, también es común tensionar los labios, lo que genera pequeñas arrugas arriba de la boca conocidas como “códigos de barras”. Por este mismo motivo, los fumadores tienden a tener más arrugas de este tipo en el labio superior, porque suelen tensionar la zona varias veces al día.
Las posturas que hacemos al dormirtambién tienen mucho que decir en cómo se verá nuestra piel, porque en función de cómo nos coloquemos, la piel se estirará de una forma u otra. Por eso, si dormimos con la mejilla pegada a la almohada, la piel se estirará hacia abajo, provocando la caída de la papada y evitando la óptima transpiración de la piel. Además, dormir de lado favorece la formación de arrugas verticales en la frente, en el entrecejo, en el surco nasogeniano, a veces en las mejillas e incluso en el escote.
A todo el mundo le ha pasado eso de despertarse con los pliegues de la almohada impresos sobre la cara. Aunque puedan parecer inofensivos, estos surcos pueden convertirse en arrugas en el largo plazo. Sin embargo, no hay mucho que podamos hacer para evitarlo; podemos tratar de dormir boca arriba... pero en algún momento de la noche, podemos girarnos sin que tengamos ningún control sobre ello. Lo que sí que podemos hacer es mantener la piel hidratada, ya que una piel seca es el caldo de cultivo perfecto para la aparición de estos signos de la edad.
En general, en nuestro día a día hacemos muchos gestos que, sin darnos cuenta, favorecen la aparición de arrugas en una zona u otra del rostro. Por ejemplo, al usar el teléfono móvil nos colocamos en una postura que nos llevan a forzar el cuello, provocando que se acentúen las arrugas horizontales (que se conocen como “collarete de Venus”).
La solución evidente pasa por mirar el móvil intentando no plegar el cuello... pero la verdad es que nunca podremos tener un control de todos los gestos que hacemos involuntariamente... al menos sin privarnos de vivir. Por eso, la mejor forma de evitar un envejecimiento temprano de la piel, es llevar una dieta y una vida saludable; en vez de adquirir hábitos incómodos y poco recomendables (como los de Victoria Beckham)
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