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Una dieta rica en fibra (y no en probióticos) mejora la respuesta de los pacientes con melanoma a la inmunoterapia

El consumo diario de frutas, verduras y legumbres podría mejorar su capacidad para responder a la inmunoterapia al influir en el microbioma intestinal

Una dieta saludable para el corazón contiene más hidratos de carbono integrales, como las verduras y los cereales
Una dieta saludable para el corazón contiene más hidratos de carbono integrales, como las verduras y los cerealeslarazon

La inmunoterapia es una terapia biológica que utiliza las defensas naturales del cuerpo para combatir diferentes tipos de cáncer. Es decir, ayuda al propio sistema inmunitario de la persona para que reconozca y destruya las células cancerosas con más eficacia. Y en este sentido, una dieta rica en fibra puede ayudar a algunas personas con melanoma a responder al tratamiento de inmunoterapia al influir en el microbioma intestinal.

Esta es la conclusión de un nuevo estudio publicado en “Science y dirigido por investigadores del Centro de Investigación del Cáncer del Instituto Nacional del Cáncer (NCI), parte del Instituto Nacional del Cáncer (NCI), de los Institutos Nacionales de Salud (NIH por sus siglas en inglés) y del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas.

Para la investigación se analizó tanto a personas con melanoma como modelos de ratón con dicho tumor. Entre los pacientes con melanoma avanzado que se sometieron a la inmunoterapia con inhibidores de puntos de control (medicamentos que actúan contra ciertas proteínas que impiden a las células T destruir a las células cancerosas) los que consumieron al menos 20 gramos al día de fibra dietética sobrevivieron más tiempo sin que la enfermedad progresara, informan en un comunicado los NIH.

En cambio, el uso de suplementos probióticos (utilizados habitualmente para mejorar la salud intestinal) pareció disminuir un poco la efectividad de los regímenes de bloqueadores de puntos de control inmunológico.

“Los datos sugieren que uno puede apuntar a la composición de la microbiota intestinal y afectar la capacidad del paciente para responder a la inmunoterapia”, afirma en el comunicado Giorgio Trinchieri, jefe del Laboratorio de Inmunología Integrativa del Cáncer en el Centro de Investigación del Cáncer del Instituto Nacional del Cáncer y uno de los los co-líderes del estudio.

De modo que “consumir una dieta rica en fibra, como frutas, verduras y legumbres, podría mejorar su capacidad para responder a la inmunoterapia”, añade.

La inmunoterapia con bloqueadores de puntos de control inmunitarios ayuda a restaurar la capacidad natural del sistema inmunológico para reconocer y destruir las células tumorales. Estos medicamentos han sido transformadores en el melanoma, mejorando el tiempo de vida de algunas personas con enfermedad avanzada, a veces por años.

Sin embargo, para muchos pacientes, estos inhibidores de los puntos de control inmunitarios no logran detener el crecimiento de sus tumores. Varios estudios han sugerido que la composición de las bacterias en el intestino puede influir en la respuesta a la inmunoterapia.

“La pregunta es: ¿podemos cambiar la composición del tipo de bacteria en el intestino y mejorar la capacidad de respuesta del paciente?”, se planteó el Dr. Trinchieri.

En un estudio anterior, el Dr. Trinchieri y un grupo diferente de colaboradores mostraron que algunas personas con melanoma que inicialmente no respondieron al tratamiento con un bloqueador de puntos de control inmunológico sí respondieron después de recibir un trasplante fecal de un paciente que había respondido al fármaco. El trasplante fecal, concluyeron, había introducido diferentes bacterias intestinales que ayudaron a facilitar que las células inmunes invadieran y mataran sus tumores.

“También se ha demostrado que la ingesta de fibra dietética y el uso de suplementos probióticos afectan la composición de las bacterias intestinales. Más pacientes con cáncer están tomando suplementos probióticos en un esfuerzo por mejorar su salud intestinal, pero se sabe poco sobre cómo los probióticos, que básicamente cambian la ecología de las bacterias intestinales, impactan la respuesta a la inmunoterapia“, afirma el doctor.

La conexión entre la ingesta de fibra y la respuesta a la inmunoterapia tampoco ha sido clara. Sin embargo, un estudio reciente dirigido por Romina Goldszmid, Ph.D., también del Centro de Investigación del Cáncer del NCI, mostró que los ratones alimentados con una dieta rica en pectina, que es una fibra abundante en las manzanas, pudieron evitar el crecimiento tumoral activando células inmunes y reprogramación del microambiente tumoral.

En el nuevo estudio, el Dr. Trinchieri y el resto de investigadores analizaron la composición de microorganismos fecales (la microbiota intestinal), los hábitos dietéticos y el uso de suplementos probióticos entre pacientes que estaban siendo tratados por melanoma avanzado con inhibidores de puntos de control inmunitarios.

Entre los 128 pacientes cuya ingesta de fibra dietética se conocía, aquellos que informaron consumir al menos 20 gramos de fibra dietética por día (una cantidad que los investigadores consideraron como “suficiente” para los propósitos de este estudio) vivieron más tiempo sin que su cáncer progresara que aquellos que consumieron menos fibra dietética. En concreto, cada aumento de cinco gramos en la ingesta diaria de fibra dietética correspondió a un 30% menos de riesgo de progresión de la enfermedad.

Los investigadores también observaron el impacto de la fibra dietética en la respuesta al tratamiento con fármacos anti-PD-1, una categoría de los medicamentos inhibidores de los puntos de control inmunitarios, en modelos de melanoma en ratones. Para imitar las diferentes dietas en los pacientes con melanoma, alimentaron a los ratones con una dieta rica o baja en fibra, les inyectaron células de melanoma y luego trataron a los ratones con terapia anti-PD-1. Y encontraron que los roedores que habían recibido una dieta rica en fibra habían retrasado el crecimiento del tumor después del tratamiento con anti-PD-1, en comparación con los ratones que recibieron una dieta baja en fibra.

Luego, los investigadores repitieron los experimentos en ratones libres de gérmenes, es decir, ratones que no tenían bacterias en sus intestinos. “En ratones libres de gérmenes, la dieta no hizo ninguna diferencia en la respuesta a la inmunoterapia”, dijo el Dr. Trinchieri. “Eso sugiere que la dieta está afectando la respuesta a la terapia de puntos de control inmunológico al cambiar la composición de la microbiota intestinal”, añadió.

El Dr. Trinchieri señaló que un posible mecanismo a través del cual la fibra dietética ejerce su efecto beneficioso es aumentando los tipos de bacterias en el intestino, como las Ruminococcaceae, que producen altos niveles de ciertos ácidos grasos de cadena corta que tienen un efecto antitumoral.

“Vimos un aumento en uno de estos ácidos grasos de cadena corta, el propionato, en ratones que fueron alimentados con una dieta alta en fibra”, dijo el Dr. Trinchieri. “Además, los pacientes cuyo cáncer respondió a la inmunoterapia tenían una mayor abundancia de bacterias Ruminococcaceae en su microbiota intestinal en comparación con aquellos que no respondieron a la terapia”.

Los investigadores también analizaron el impacto de los probióticos en las bacterias intestinales en el modelo de ratón de melanoma. Los ratones alimentados con probióticos tuvieron una respuesta reducida al tratamiento con fármacos anti-PD-L1 y desarrollaron tumores más grandes que los ratones de control. Un análisis más detallado mostró que los ratones alimentados con probióticos tenían niveles más bajos de células inmunes que matan tumores, lo que sugiere una respuesta inmunitaria debilitada.

En el estudio en humanos, casi un tercio de los pacientes informaron que habían tomado un suplemento probiótico en el último mes. Aunque los investigadores observaron que el tamaño pequeño de la muestra y la variedad de probióticos utilizados por los pacientes dificultaban sacar conclusiones definitivas sobre la asociación entre el uso de probióticos y la respuesta a los bloqueadores de puntos de control inmunitarios, sí observaron que los pacientes que consumían los niveles más altos de fibra dietética sin usar probióticos sobrevivió más tiempo.

“El impacto de la fibra dietética y los probióticos en la microbiota intestinal es solo una parte del panorama general”, advirtió el Dr. Trinchieri. “Muchos factores pueden afectar la capacidad de un paciente con melanoma para responder a la inmunoterapia. Sin embargo, a partir de estos datos, la microbiota parece ser uno de los factores dominantes. Los datos también sugieren que probablemente sea mejor para las personas con cáncer que reciben inmunoterapia no usar probióticos disponibles comercialmente“. En todo caso se necesitan estudios más amplios y en los que se incluyan otros tipos de cáncer.