Alimentación
¿Qué dieta produce menos coágulos de sangre y es más saludable para el cerebro?
Nuevos estudios sugieren cómo debe ser el menú para evitar problemas cerebrovasculares y neurológicos
Una alimentación variada y equilibrada es una garantía de buena salud. También para el cerebro, ya que el riesgo de sangrado o de coágulos de sangre en el cerebro resulta menor cuando la dieta es adecuada. Así lo demuestra una nueva investigación realizada por el Departamento de Salud de la Universidad de Aarhus, en Dinamarca, y cuyo resultados se acaban de publicar en la revista científica «Stroke».
Ante esa afirmación, la pregunta del millón es saber cuál es el menú ideal para evitar el riesgo de coágulos en el cerebro. Pues bien, según los investigadores debería haber más verduras y menos proteínas animales en el plato frente a nosotros. «Si los hombres o mujeres adultos siguen una dieta sostenible, basada en comer muchas más verduras que carne, y siguen las recomendaciones nórdicas sobre la ingesta alta de fibra dietética, entonces vemos un menor riesgo de sangrado o coágulos de sangre en el cerebro», asegura Christina Dahm, coordinador principal del estudio.
Y es que aquello que hacemos influye, y mucho, en nuestra salud neuronal, pero también lo que comemos, hasta el punto de que un menú certero puede prevenir la aparición del deterioro cognitivo y retrasar patologías como la demencia o el alzhéimer. ¿Cómo? Llenando el plato bajo los parámetros de la denominada dieta «mind», tal y como confirma una reciente investigación realizada por el Centro Médico de la Universidad de Rush, en Chicago (EE UU), que demuestra que la combinación del patrón mediterráneo y la dieta DASH (especializada en detener la hipertensión) es un escudo neurológico muy potente. Así, quienes la siguieron durante la tercera edad presentaron menos problemas cognitivos, incluso habiendo acumulado proteínas en el cerebro asociadas al alzhéimer, según publican en la revista científica «Journal of Alzheimer’s Disease». «Este estudio prospectivo refuerza la idea de la influencia de la alimentación en el envejecimiento cerebral y en el riesgo de sufrir alzhéimer», asegura Gurutz Linazasoro, portavoz de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
También influye la microbiota
Lo que comemos influye, también, en lo que no se ve dentro de nuestro organismo, hasta el punto de que, recientemente, un equipo de investigadores internacionales respaldados por la Escuela de Medicina del Mount Sinai ha encontrado altos niveles de tres metabolitos tóxicos producidos por bacterias intestinales en muestras de líquido cefalorraquídeo y plasma de pacientes con esclerosis múltiple (EM). Los importantes hallazgos, publicados en la revista Brain, mejoran la comprensión de los científicos sobre cómo las bacterias intestinales pueden afectar el curso de las enfermedades neurológicas al producir compuestos que son tóxicos para las células nerviosas.
La evidencia publicada anteriormente ha respaldado el concepto de que un desequilibrio en la microbiota intestinal, la comunidad de organismos que viven en los intestinos humanos, puede ser la base de una variedad de trastornos neurológicos. Los investigadores también encontraron que ciertas bacterias intestinales se enriquecen o se agotan en los pacientes con EM en comparación con los individuos sanos, pero no está claro cómo estos microbios se comunican con el cerebro y afectan el proceso de la enfermedad neurodegenerativa.
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