Tribuna

La farmacia comunitaria, una aliada clave en la estrategia de Salud Pública

Jordi Casas es presidente del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona (COFB) y del Consell de Colegios Farmacéuticos de Cataluña (CCFC)

Varias personas guardan cola ante una farmacia del barrio del Guinardó de Barcelona, que vende y realiza test de antígenos
Varias personas guardan cola ante una farmacia del barrio del Guinardó de Barcelona, que vende y realiza test de antígenosMarta PérezAgencia EFE

Cerremos los ojos e imaginemos. Imaginemos que el farmacéutico se ha convertido en un aliado clave en la estrategia de Salud Pública de detección de casos de COVID-19. Imaginemos también que la farmacia es un recurso sanitario esencial para descongestionar la sobrecarga de los Centros de Atención Primaria (CAP). Ahora abramos los ojos. La realidad no dista tanto de lo que siempre habíamos imaginado y eso significa que estamos en el camino correcto, rumbo hacia ese concepto de farmacia asistencial e integrada en el Sistema Sanitario, del que tantas veces hemos hablado.

Esta pandemia está poniendo a las estructuras y a los profesionales sanitarios al límite y eso ha obligado a optimizar todos los recursos disponibles y, en esta línea, se cuenta con la farmacia como establecimiento sanitario para funciones más allá de las relacionadas exclusivamente con la prestación de medicamentos. En el caso de Cataluña, desde julio pasado, tenemos en marcha un proyecto pionero en España: el Programa TAR-OF (Test de Antígenos Rápido en Oficina de Farmacia). En el marco de esta iniciativa, se ha integrado la actividad de las farmacias en la red de vigilancia epidemiológica cribando a miembros de la comunidad educativa mediante el uso de test de antígenos supervisados, de manera gratuita - se hace cargo el Servei Català de Salut-, y registrando el resultado directamente en la historia clínica. También se ofrece la posibilidad de realizarse un test de antígenos supervisado de manera no financiada, a petición del usuario. Desde la puesta en marcha, las más de 1.600 farmacias de Cataluña participantes en el programa han supervisado más de 700.000 test de antígenos y detectado más de 50.000 casos positivos.

Y recientemente, desde el 3 de enero, las farmacias catalanas también pueden comunicar los resultados positivos de los test de autodiagnóstico realizados a domicilio para que queden registrados en la historia clínica. En total se han notificado más de 240.000 positivos al Departament de Salut por esta vía adicional, dando cuenta de la proximidad y profesionalidad que ofrece el farmacéutico comunitario integrado en las estrategias de Salud Pública.

No olvidemos que toda esta actividad se está realizando en el marco de una sexta ola de la pandemia sin precedentes, donde los farmacéuticos han asumido este compromiso por responsabilidad social, aun sabiendo que supondría una fuerte carga asistencial adicional al trabajo diario. Porque como profesionales sanitarios es lo que mejor sabemos hacer, es lo que queremos hacer, y lo que seguiremos haciendo.