¿Por qué nos pitan los oídos?

Así como el sonido de una campana puede sonar como una advertencia, el zumbido en nuestros oídos puede ser una señal de que necesitamos prestar atención a nuestro cuerpo. El zumbido en los oídos, conocido como tinnitus, comienza en el oído interno y, en la mayoría de los casos, es causado por el daño o la pérdida de células ciliadas sensoriales en el oído interno. El tinnitus puede presentarse de muchas maneras diferentes, incluyendo sonidos relacionados con el océano, zumbidos, chasquidos o silbidos. Asimismo, el sonido puede ser en uno o ambos oídos, constante u ocasional y fuerte o suave. En la mayoría de las ocasiones, se nota más por la noche cuando no estamos distraídos por el trabajo o la familia y el ruido ambiente es mucho más bajo.

Causas del tinnitus

A menudo se asocia con pérdida de audición y es más común de lo que cabría esperar. Durante el año pasado, alrededor del 10% de la población adulta experimentó tinnitus durante al menos cinco minutos, según el Instituto Nacional de Sordera y Trastornos Auditivos. “No pone en peligro la vida y es más un síntoma de otros problemas que una enfermedad en sí misma, pero puede ser debilitante”, explica el otorrinolaringólogo Ashok Jagasia.

Para la mayoría de las personas, la sensación generalmente dura entre unos segundos hasta escasos minutos. Aunque para otros, alrededor de 12 millones de personas, el tinnitus es constante o recurrente e interfiere tanto con su vida diaria que necesitan de tratamiento profesional. Para estas personas, el tinnitus puede ocasionar problemas de sueño, dificultad para concentrarse o leer y puede crear reacciones emocionales negativas como desesperación, frustración y depresión.

El zumbido proviene de la parte del oído interno que recibe el nombre de caracol o cóclea, por lo que los cambios en la actividad nerviosa de esta zona podrían provocar este tipo de sonidos. Asimismo, no existe un rango de edad predeterminado para el tinnitus, aunque no es muy común en los niños. Puede ser originado por:

• Exposición a sonidos fuertes, como maquinaria pesada, aviones, martillos neumáticos, motosierras o música a todo volumen.
• Una lesión en la cabeza o una conmoción cerebral.
• Acumulación de cera en los oídos.
• Cafeína.
• La ingesta de medicamentos, como aspirina, ibuprofeno, medicamentos para la presión arterial y algunos antibióticos.
• Enfermedad de Ménière, una afección del oído interno posiblemente relacionada con los líquidos en los canales de esta parte del oído.

¿Cuándo buscar ayuda?

Si el zumbido persiste durante varias semanas, deberemos visitar a nuestro médico de atención primaria. Aunque es posible que lo deriven a un especialista, quien ordenará una prueba de audición llamada audiograma.

Por otro lado, deberemos buscar la opinión de un médico de inmediato si nos sentimos mareados, experimentamos pérdida auditiva completa en un oído o si tenemos síntomas de vértigo junto con el zumbido, una combinación de síntomas que podrían indicar que padecemos la enfermedad de Ménière. Otra señal de alerta potencialmente grave se produce cuando escuchamos los latidos de nuestro corazónsilbando, lo que se conoce como tinnitus pulsátil. Esta sensación puede ser causada por problemas más serios, como un tumor benigno, infecciones del oído medio, presión arterial alta, arterias bloqueadas o un derrame cerebral.