A la vanguardia

La esquizofrenia, a raya con un inyectable semestral

Sanidad financiará Byannli, un fármaco de Janssen aprobado por Bruselas en 2021 que permite que los pacientes tengan controlados los síntomas por ser de liberación lenta

La esquizofrenia aparece al final de la adolescencia, lo que no les deja tener un proyecto de vida
La esquizofrenia aparece al final de la adolescencia, lo que no les deja tener un proyecto de vidaDREAMSTIMEDreamstime

Delirios, alucinaciones o pensamiento desorganizado son algunos de los múltiples síntomas de la esquizofrenia, una enfermedad grave que tienen cerca de 400.000 personas en España.

«Afecta al 1% de la sociedad, a unos 20 millones de personas en todo el mundo y reduce hasta en 20 años la esperanza de vida del paciente, ya que está asociada a otras enfermedades, como las cardiovasculares”, y no solo: “hasta un 10 % de los pacientes intenta quitarse la vida y un 5 % lo consigue», ha precisado esta semana el profesor Eduard Parellada, director de la Unidad de Esquizofrenia del Instituto de Neurociencias del Hospital Clínic de Barcelona.

Parellada ha hecho estas declaraciones en un acto para presentar el primer antipsicótico y el único tratamiento inyectable para la esquizofrenia, que acaba de recibir el visto bueno del Ministerio de Sanidad, y que tiene como novedad que solo es necesario administrarlo dos veces al año. Todo un hito.

Se trata del antipsicótico Byannli (palmitato de paliperidona 6 meses o PP6M), de la farmacéutica Janssen, para el tratamiento de mantenimiento de la esquizofrenia en adultos que están clínicamente estables con las formulaciones inyectables mensuales (PP1M) o trimestrales (PP3M) de palmitato de paliperidona, informa el laboratorio en un comunicado.

Este inyectable de larga duración fue aprobado por la Comisión Europea en noviembre del año 2021. Es el primer y el único tratamiento inyectable que se administra dos veces al año frente a la esquizofrenia, ya que hasta ahora las opciones que había eran tratamientos mensuales o terapias trimestrales.

¿Cómo funciona?

El antipsicótico permite la liberación lenta del medicamento en sangre, debido a su bajísima solubilidad en agua, lo que facilita una absorción continua del palmitato de paliperidona durante un periodo de seis meses.

Esto facilita que los pacientes puedan tener controlados los síntomas hasta seis meses, así como una reducción del riesgo de recaída con solo dos dosis al año.

PP6M debe ser administrado únicamente por un profesional sanitario que administre la dosis completa en una única administración en el músculo del glúteo.

Este medicamento de acción prolongada coloca a la Psiquiatría en la vanguardia, ya que se convierte en la primera especialidad que tiene un fármaco con un decalaje de administración tan largo, de carácter semestral, y con esa dosis se mantiene a los pacientes estables.

Algo clave, ya que el abandono del tratamiento es uno de los principales factores para la aparición de una recaída en el paciente esquizofrénico. En concreto, según ha explicado Parellada, el 75 % de estos pacientes experimenta una recaída de los síntomas (delirios, alucinaciones, trastornos del pensamiento y del movimiento) por falta de adherencia a la medicación.

Este experto ha recordado que la esquizofrenia, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la décima causa de discapacidad mundial y la tercera en la horquilla de 13 a 40 años, pero en muchas ocasiones los pacientes no tienen conciencia de la enfermedad, por lo que los antipsicóticos inyectables de liberación prolongada son muy eficaces, aseguran la continuidad del tratamiento y lo mantienen estable.

Este especialista también se ha referido al estigma de la enfermedad y al hecho de que el paciente esquizofrénico rechaza su enfermedad y el propio tratamiento psicofarmacológico.

Parellada ha puesto en valor este fármaco que supone, ha dicho, «una pequeña revolución en el ámbito de la psicofarmacología», ya que nunca ha estado disponible un antipsicótico con liberación prolongada durante seis meses «por lo que dos inyecciones al año son suficientes para controlar la enfermedad».

Por su parte, la catedrática de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo e investigadora del Centro de Investigación Biomédica en la Red de Salud Mental (CiberSam), Paz García-Portilla, ha agradecido a la administración sanitaria que en estos tiempos de «crisis y recortes» haya apostado fuerte por aprobar este fármaco y ponerlo a disposición de los psiquiatras y pacientes que lo puedan necesitar.

García-Portilla ha explicado que los tratamientos intramusculares reducen el número de recaídas y las hospitalizaciones y ha insistido en que el paciente con esquizofrenia tiene muy poca adherencia a la medicación porque no es consciente de que tiene una enfermedad y piensa que «eso que pasa por su cabeza es producto de la vida real, en lugar de una alteración en el funcionamiento de su cerebro».

Esta psiquiatra también ha insistido en cómo la esquizofrenia produce patologías endocrinometabólicas y cardiovasculares, y deteriora la salud física.

De hecho, ha comentado, el cuerpo de un paciente con esquizofrenia está envejecido y «si tiene 40 años su salud cardiovascular y metabólica corresponde a la de una persona de 60».

García-Portilla ha recordado que la esquizofrenia aparece al final de la adolescencia cuando una persona está empezando su proyecto de vida por lo que la enfermedad «no le deja tener ni vida, ni proyecto».

Por ello, esta psiquiatra ha hecho una férrea defensa de los tratamientos intramusculares al permitir la recuperación del paciente, mejorar su calidad de vida y su funcionalidad psicosocial.

Más frecuente en hombres

La esquizofrenia afecta a más de 24 millones de personas en el mundo. Es más frecuente en hombres que en mujeres. Aunque también es cierto que la situación se iguala con los años. Así, la frecuencia es el doble en hombres entre los 20 y los 49 años que en mujeres, pero a partir de los 65 años la situación es similar. Según un informe de Sanidad recogido por Janssen, en este momento hay un ligero incremento en mujeres.