El ejercicio que puede ayudar a vencer el cáncer

El deporte es una actividad muy beneficiosa para el organismo, ya que estimula el sistema inmunológico y logra grandes beneficios a nivel físico y mental. Además, esto ocurre cuando la persona que lo practica está sana y cuando está enferma.

Según un estudio realizado por un equipo de la facultad de Medicina Grossman de la NYU, en Nueva York, el ejercicio aumenta la eficacia de los medicamentos contra el cáncer y aumenta las tasas de supervivencia. Los investigadores han podido comprobar que las proteínas liberadas por el cuerpo para ayudar a reparar los músculos desgastados por el ejercicio también atacan las células cancerígenas.

Después que el experimento con ratones de laboratorio así lo indicara, analizaron los datos de un ensayo clínico en el que participaron 75 pacientes con cáncer de páncreas y se les dividió en dos grupos. Uno de ellos, siguió con el tratamiento habitual y al otro se le pidió que hiciera un entrenamiento de fuerza de una hora a la semana y 90 minutos de ejercicio aeróbico antes de pasar por el quirófano para extraerle los tumores.

El grupo de control que estuvo realizando deporte durante seis semanas tuvo una tasa de supervivencia a los 5 años un 50 por ciento más alta que los del grupo que no practicaron deporte.

Los investigadores quisieron comprobar si, además de los muchos beneficios asociados, el ejercicio podría ayudar a los pacientes con cáncer. Por ello, hicieron que un grupo de ratones con cáncer se ejercitara durante 30 minutos en la rueda, cinco veces por semana. El resultado fue sorprendente porque lograron reducir la tasa de formación de cáncer en un 50 por ciento. Además, con tres semanas de ejercicio, el peso del tumor se había reducido un 25 por ciento.

Estímulo de las células T, que combaten el cáncer

Los científicos concluyeron que inducir adrenalina a través del ejercicio estimula al organismo a producir más proteína interleucina-15. Esta, a su vez, aumenta la capacidad de las células T CD8, que ataca y mata las células cancerígenas del páncreas.

Con estos esperanzadores resultados, los responsables del estudio analizaron los resultados en un ensayo clínico con humanos. Al observar los registros de salud, los investigadores encontraron que estos pacientes tenían tasas de supervivencia un 50 por ciento más altas después de cinco años y que esto abría una vía que mejore el tratamiento del cáncer de páncreas, uno de los más agresivos que existe y cuya supervivencia no supera el 30 por ciento.

Emma Kurz, experta en Oncología y responsable principal del estudio, explicó que “nuestros hallazgos muestran, por primera vez, cómo el ejercicio aeróbico afecta el microambiente inmunológico dentro de los tumores pancreáticos. El trabajo ayudó a revelar que la activación de la señalización de IL-15 en el cáncer de páncreas podría ser una nueva estrategia para afrontar el tratamiento de la enfermedad en el futuro”.

Para probar la teoría en un espectro más amplio, los científicos probaron si el ejercicio podría mejorar las terapias contra otros tipos de cáncer en ratones. Y descubrieron que este tipo de inmunoterapia aumenta un 66 por ciento la producción de células que matan el cáncer.

Dafna Bar-Sagi, Bioquímica de NYU Grossman y participante en el estudio, consideró que ”el hecho de que incluso el ejercicio leve pueda alterar profundamente el ambiente en los tumores apunta al potencial de este enfoque en el tratamiento de pacientes con una carga de enfermedad devastadora”.

De momento, el único tratamiento existente es la cirugía, la quimio y la radioterapia pero no suelen ser muy efectivos porque los síntomas tardan en aparecer y al ser un cáncer tan agresivo, en la mayoría de las ocasiones es demasiado tarde para el paciente.

Por lo tanto, con estos datos la práctica del deporte se hace imprescindible, sobre todo de las actividades aeróbicas, como son caminar, correr, natación, ciclismo, o cualquier actividad deportiva como gimnasia o baile, que no suponga una elevación de las pulsaciones demasiado importante.