20 Aniversario
Un disparo a la Luna: el fin de las desigualdades en el acceso a la salud
«Se trata de apuntar alto, de identificar conflictos, de promover la cooperación»
En julio de 1969, el viaje del Apolo XI hizo posible lo imposible y un pequeño paso para un hombre terminó siendo un gran salto para la Humanidad. Más de medio siglo después de aquel disparo a la Luna, el pensamiento «moonshot» ha comenzado a propagarse y a calar entre quienes creen en la innovación y el esfuerzo para encontrar soluciones disruptivas a problemas complejos. Se trata de apuntar alto, de identificar conflictos, de promover la cooperación y, apuntando a la Luna, dar en la diana.
Uno de esos conflictos arraigados es el acceso desigual a la salud en nuestro país. Es cierto que, a diferencia de muchas otras sociedades, disfrutamos de una Sanidad pública universal. Esta Sanidad ha sido, y es, motivo de orgullo, pero, paradójicamente, el acceso a la salud está lastrado por la desigualdad.
Lo vemos en el Informe de Oxfam Intermón número 4.911, que refleja que, de 28 países europeos, España ocupa la cuarta posición en cuanto a desigualdad en salud, solo por detrás de Rumania, Lituania y Bulgaria.
Ese informe ha expuesto las dificultades para garantizar a los ciudadanos el acceso a la salud. Tras leerlo, ¿qué podemos hacer?
Podemos pensar que es un problema tan poliédrico en sus causas, tan arraigado y con tantas aristas, que es demasiado complejo para abordar.
O podemos, también, traer el futuro al presente y pensar en grande.
Esta última ha sido nuestra elección: tras más de 90 años transformando y mejorando la salud de personas con enfermedades graves en nuestro país, en Bristol Myers Squibb (BMS) hemos impulsado un proyecto encaminado a aportar soluciones conjuntas e innovadoras a este grave problema. Tiene todo el sentido: reducir las desigualdades en salud es un objetivo fuertemente vinculado a nuestro compromiso de transformar la vida de los pacientes.
Es el eje de nuestra estrategia de responsabilidad social corporativa, que se centra en mejorar el acceso a la atención y en promover la equidad en salud entre las poblaciones más vulnerables.
Con este objetivo en mente, la primera pregunta que surge es el porqué: ¿por qué persisten desigualdades de acceso a la salud en el entorno de nuestro país?
Para dar una respuesta a ésta y a otras preguntas clave decidimos, en colaboración con otras organizaciones, poner en marcha un trabajo metodológico basado en el pensamiento «moon-shot».
Universidades –profesores y estudiantes–, profesionales sanitarios e instituciones se involucraron en el proyecto con el objetivo de conformar una ambiciosa e innovadora hoja de ruta para ir creando, a lo largo de los próximos diez años, el futuro deseado en salud.
Fruto de este trabajo de análisis, hemos podido detectar los principales desencadenantes de las desigualdades: entre ellos, las diferencias socioeconómicas, el nivel educativo (la «alfabetización en salud»), los sesgos de género y, muy especialmente, la territorialidad y la despoblación, la brecha entre el entorno rural y el urbano.
Y es precisamente en este ámbito en el que, desde BMS, hemos considerado que podemos generar un mayor impacto a medio y largo plazo. Queremos generar un puente para la salud en la llamada España vaciada.
Y así, con la colaboración de más de 150 expertos de diferentes áreas hemos empezado a dar forma a esta iniciativa. Entre las propuestas de trabajo hay tres puntos clave: la creación de un nuevo rol de cuidador en las áreas rurales, conformado por referentes del pueblo no solo con conocimientos básicos médicos y tecnológicos, sino además con formación para dar soporte emocional.
Asimismo, la creación de nodos, de forma que se constituya en el ámbito rural una red hospitalaria y de médicos de atención primaria. Y, también, un esfuerzo de digitalización que permita conectar al cuidador rural con el nodo médico.
Son tres apuntes que se deben acompañar por un nuevo paradigma en el que la salud se entienda como un concepto no estático, sino cambiante, flexible y versátil, y que además esté al alcance de toda la población a través de diferentes vías: telemedicina, inteligencia artificial, Big Data, «wearables»… Ya que la revolución digital y tecnológica nos permite eliminar las barreras físicas, aprovechémoslas.
Necesitaremos, es evidente, la participación de todos: es fundamental una red de alianzas que involucren al sector público y al privado, así como a toda la sociedad, y que trabaje conjuntamente en impulsar la igualdad sanitaria en todo el territorio español. Porque el desarrollo de este proyecto nos ha enseñado que se está produciendo un cambio de paradigma: el concepto de salud empieza a ser plural y, lejos de enfocarse exclusivamente en los profesionales médicos, comienza a ser concebido como una responsabilidad colectiva. Surge un nuevo acercamiento comunitario en el que nos cuidamos entre todos.
Este es nuestro Apolo XI, nuestro disparo a la Luna. Desde BMS animamos a cooperar en este enorme y complejo desafío en el que abordamos la territorialidad como una forma de cuidar la vida de nuestros pueblos, reforzando y extendiendo una red de atención sanitaria dentro y fuera del área rural.
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