Estudio

Vinculan el consumo de medicamentos esteroides con cambios en la materia blanca y gris del cerebro

Este hallazgo puede ayudar a explicar los efectos secundarios neuropsiquiátricos después del uso a largo plazo de este tipo de fármacos, aunque aún es pronto para llegar a una conclusión así

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Los esteroides son un tipo de medicamento que tienen fuertes efectos antiinflamatorios por lo que ayudan a reducir la hinchazón y el dolor. Los hay en formato pastillas, así como inhaladores y cremas. Su uso está muy extendido. No obstante, una investigación publicada hoy en “BMJ Open” concluye que el uso de esteroides recetados, incluso los inhaladores, está relacionado con cambios en la estructura y el volumen de la materia blanca y gris en el cerebro.

Las asociaciones encontradas en este estudio liderado por Onno Meijer, del Departamento de Medicina de la Universidad de Leiden en Países Bajos podrían ayudar a explicar los efectos neuropsiquiátricos, como la ansiedad, la depresión, la manía y el delirio que se observan con frecuencia después del uso a largo plazo, dicen los investigadores.

Sus propiedades inmunosupresoras significan que los glucocorticoides, una clase de esteroides, se encuentran entre algunos de los medicamentos recetados con mayor frecuencia. Se utilizan para tratar una amplia variedad de condiciones médicas, ya que se trata de fármacos antiinflamatorios, antialérgicos e inmunosupresores derivados del cortisol o hidrocortisona.

Se cree que la prevalencia anual estimada en la población de países de ingresos altos del uso de esteroides médicos sistémicos (infusiones y comprimidos) oscila entre el 0,5% y el 3%.

Si bien son muy efectivos, tanto los esteroides sistémicos como los inhalados están asociados con muchos efectos secundarios metabólicos, cardiovasculares y musculoesqueléticos potencialmente graves, así como con efectos neuropsiquiátricos.

Investigaciones publicadas anteriormente sugieren que el uso de esteroides médicos a largo plazo está asociado con anomalías estructurales y contracción de ciertas áreas del cerebro. Pero la mayoría de estos estudios han involucrado solo a un pequeño número de personas con condiciones específicas.

Y aún no está claro si estas asociaciones también podrían observarse en una muestra más amplia de usuarios de esteroides médicos, incluidos los que usan esteroides inhalados para afecciones respiratorias, como el asma.

En un intento por averiguarlo, los investigadores, tal y como recoge el comunicado del estudio, se basaron en datos del Biobanco del Reino Unido para ver si había alguna diferencia detectable en el volumen y la estructura del cerebro entre consumidores y no consumidores de esteroides sistémicos e inhalados.

Los investigadores también querían saber si su uso podría estar asociado con diferencias en la velocidad de procesamiento y las respuestas emocionales.

Por ello, ninguno de los participantes del estudio había sido diagnosticado previamente con trastornos neurológicos, psiquiátricos u hormonales (endocrinológicos) o estaba tomando medicamentos que alterasen el estado de ánimo, como los antidepresivos, durante el estudio.

Resultados de la resonancia magnética

Con el fin de responder a los interrogantes, los investigadores analizaron las resonancias magnéticas cerebrales que se hicieron a 222 personas que usaban esteroides sistémicos y 557 que utilizaban esteroides inhalados y las compararon con las de 24.106 individuos no consumidores de este tipo de esteroides.

La comparación de los resultados mostró que el uso de esteroides tanto sistémicos como inhalados se asoció con una estructura de materia blanca menos intacta que la que se observó en las exploraciones de aquellos que no tomaban estos medicamentos. La materia blanca tiene un papel en la conectividad neuronal y la señalización en el cerebro.

Los efectos fueron mayores en los usuarios sistémicos que en los usuarios de esteroides inhalados. Y un análisis más detallado sugirió que los efectos podrían ser aún mayores entre los usuarios a largo plazo.

El uso sistémico se asoció con un núcleo caudado (es una de las partes del cerebro que integran los ganglios basales) más grande en comparación con ningún uso, mientras que el uso de esteroides inhalados se asoció con una amígdala más pequeña. Tanto el caudado como la amígdala son estructuras de materia gris en el cerebro involucradas en el procesamiento cognitivo y emocional.

Los usuarios de esteroides sistémicos también obtuvieron peores resultados en una prueba diseñada para medir la velocidad de procesamiento que los que no tomaban este tipo de medicamentos, y reportaron significativamente más síntomas depresivos, apatía, inquietud y fatiga/letargo que los no usuarios. Los consumidores de esteroides inhalados informaron únicamente de sentirse más cansado y en menor grado que los usuarios de esteroides sistémicos.

“Aunque es probable que exista una relación causal entre el uso de glucocorticoides y los cambios en el cerebro según los estudios actuales y anteriores, la naturaleza transversal de este estudio no permite sacar conclusiones formales sobre la causalidad”, advierten los investigadores.

También señalan ciertas limitaciones. Solo se evaluaron unos pocos indicadores de cambio de humor, y solo durante las dos semanas anteriores, y los cambios informados podrían haber estado relacionados con la condición para la cual se recetaron los esteroides más que con el uso de esteroides en sí.

Los investigadores tampoco pudieron diferenciar entre tabletas de esteroides e infusiones para usuarios sistémicos, todo lo cual puede haber influido en los hallazgos.

No obstante, los investigadores aseguran que “si bien no está claro si los efectos observados tienen consecuencias clínicas para la población de usuarios de glucocorticoides en su conjunto, estos hallazgos son notables dados los efectos secundarios neuropsiquiátricos comunes de los glucocorticoides sintéticos”.

“Este estudio -concluyen- muestra que tanto los glucocorticoides sistémicos como los inhalados están asociados con una reducción aparentemente generalizada en la integridad de la sustancia blanca, lo que puede ser la base en parte de los efectos secundarios neuropsiquiátricos observados en pacientes que usan glucocorticoides”.

Dado el uso generalizado de estos medicamentos, tanto los médicos como los pacientes deben conocer los posibles efectos en el cerebro, dicen los investigadores.