Farmaindustria
La industria farmacéutica española emplea a un 4,2% más de trabajadores que en 2019
Farmaindustria estima que el valor de la producción farmacéutica rozará los 20.000 millones de euros este año
Aumentar la capacidad de fabricación de medicamentos en España mejorará el abastecimiento de fármacos estratégicos. Ante esta realidad y después de todo lo aprendido desde que estalló la pandemia, urge promover el tejido industrial farmacéutico.
Desde 2019, la actividad industrial de este sector en nuestro país no ha parado de crecer en facturación y generación de empleo, pese a la pandemia y a la crisis global de suministros. Así, el valor de la facturación de productos farmacéuticos producidos en España ascendió a 16.246 millones de euros en 2019, un dato ya de por sí elevado que “este año, según las encuestas, superará los 19.000 millones de euros. Es una estimación preliminar, aunque es coherente con el aumento de exportaciones, por lo que la facturación podría estar rozando los 20.000 millones de euros en 2022″, avanza Javier Urzay, subdirector general de Farmaindustria.
La tendencia prevista es algo más baja: un 8,8% de crecimiento en 2022 respecto a 2021, según los datos expuestos durante la presentación del informe “Implantación industrial del sector farmacéutico en España”, realizado por la consultora ManageArt. Se trata del primer análisis que fija un mapa detallado de las plantas de producción de medicamentos en España, tanto de fabricación de medicamentos de uso humano como de uso veterinario, principios activos y medicamentos biológicos.
Entre otros aspectos, el informe refleja las cifras de producción, el volumen de las exportaciones, las inversiones que realiza el sector para poder competir a nivel internacional, así como el empleo que generan tanto directo como indirecto en nuestro país.
Más de 100 plantas de medicamentos de uso humano
Así, el sector genera cada vez más empleo. Este año las 173 plantas de producción existentes en nuestro país dan trabajo directo a 36.338 empleados frente a los 32.081 de 2019, lo que supone un 4,2% más de incremento de empleo que hace tres años.
Además, sumando los empleos indirectos e inducidos que genera esta industria, las plantas farmacéuticas contribuyen a un total de 183.506 empleos en nuestro país.
En cuanto a las plantas, 79 de ellas están ubicadas en Cataluña, 40 en la Comunidad de Madrid, 14 en Castilla y León, ocho en Castilla-La Mancha y 32 repartidas entre el resto de comunidades autónomas.
A su vez, 103 de ellas se dedican exclusivamente a productos farmacéuticos de uso humano, de las que solo 11 producen medicamentos biológicos. Luego están las de principio activo (46 plantas) y de veterinaria (24).
El 62% de las plantas (106) pertenecen a compañías españolas, el 22% (37) a europeas y el 17% restante (30) a grupos de fuera de Europa.
De promedio tienen 210 trabajadores por planta, aunque hay 14 grandes plantas con una plantilla de más de 500 empleados y otras 38 de tamaño medio que dan trabajo a entre 250 y 500 personas.
Respecto a la distribución, más del 90% de los productos son de síntesis químico y solo el 3,5% de la facturación se debe a productos de origen biológico.
En cuanto a las exportaciones, estas suponen más del 75% de las ventas y su peso va en aumento.
Al igual que las inversiones. Así, el sector, que goza de un gran dinamismo, prevé unas inversiones este año y en 2023 de algo más de mil millones de euros anuales, lo que supone una tasa neta de renovación de activos de casi un 25% anual.
Si se analiza la inversión por empleado, aunque esta en 2019 y 2020 bajó un poco por los motivos ya mencionados, la inversión prevista es de hasta 33.805 euros por empleado en 2023 frente a los 21.586 de 2020, tal y como recoge este estudio.
Unos datos que demuestran el peso que tiene esta industria y todo el potencial que podría tener este sector que ha sido clave desde que estalló la crisis del SARS-CoV-2.
Por eso, desde Farmaindustria consideran que “el reto actual es terminar de construir un plan estratégico de la industria farmacéutica en el que se impulse el acceso a nuevos medicamentos, se fomente la I+D y se construya el pilar industrial”, explica Urzay, que incide en que “los datos del estudio sitúan a España como uno de los países europeos con mayor potencial de fabricación de medicamentos”.
Un sector con importantes fortalezas, “como los altos estándares a costes competitivos frente a otros países europeos y un entorno laboral atractivo para la captación de inversiones”, expone Jaume Ros,co-fundador de la consultora ManageArt.
Respecto a las amenazas, la principal es la crisis global de suministros que puede convertirse en una oportunidad para el sector si se potencia realmente la producción en España, y también está latente el temor a un aumento de precios generalizados que conllevará una reducción de márgenes y una disminución de la capacidad de invertir.
Ante esta realidad, el sector farmacéutico español, según Ros, “puede liderar el objetivo de la reindustrialización sustentado en el crecimiento de las tecnologías existentes y en la potenciación de la biotecnología” si se impulsa el crecimiento del sector, se potencia su competitividad, se fomenta la cooperación dentro del sector, se incrementa la sostenibilidad y se comunica mejor el valor aportado por el sector.
Y se necesita. Porque aumentar la capacidad de fabricación de medicamentos en España mejorará el abastecimiento de fármacos estratégicos.
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