Un otoño complicado

Sanidad opta por la cautela ante la bomba covid-gripe

Darias aún no lanza las campanas al vuelo, en contraposición con lo que hizo Pedro Sánchez cuando se superó al primera ola de la pandemia

Darias prefiere aguardar a la opinión favorable de los expertos antes de eliminar el uso de las mascarillas de los transportes públicos
Darias prefiere aguardar a la opinión favorable de los expertos antes de eliminar el uso de las mascarillas de los transportes públicosEUROPA PRESSEUROPA PRESS

El Ministerio de Sanidad acierta de pleno al lanzar mensajes de prudencia a la población ante la evolución de la Covid-19. A diferencia de lo ocurrido en el primer año de pandemia, en el que el departamento comandado entonces por Salvador Illa no hizo más que dar palos de ciego, ir a remolque de las autonomías a la hora de tomar decisiones y actuar de forma torticera contra alguna de ellas, como Madrid, siguiendo al pie de la letra en este punto las directrices políticas que le llegaban de Moncloa, el Ministerio que ahora preside Carolina Darias parece actuar con rigor y seriedad en materia de Salud Pública en la lucha contra la enfermedad y aún no lanza las campanas al vuelo, en contraposición con lo que hizo Pedro Sánchez cuando se superó al primera ola al asegurar ufano que habíamos vencido al virus.

En este nuevo contexto de sentido común hay que enmarcar la posición manifestada por Darias de aguardar a la opinión favorable de los expertos antes de eliminar el uso de las mascarillas de los transportes públicos y los centros sanitarios y de mayores. De momento, la evolución de la pandemia es buena, pero ya se registra desde hace algunas semanas un repunte de casos que irá a más en cuanto bajen las temperaturas y la población se concentre en lugares interiores. Un repunte que ya está siendo acusado en algunos países como Austria, y que podría agravarse si, como apuntan las informaciones procedentes del Hemisferio Sur, la gripe llega fuerte este año después de concedernos dos de tregua. Eso, la presencia de virus respiratorios sincitiales, la pérdida progresiva de la inmunidad natural que aportaron las vacunas y las múltiples subvariantes del virus que circulan deben ser factores a tener en cuenta, como parece hacer Sanidad.