Bienestar
Claves para poder envejecer de manera saludable
Mantener las capacidades funcionales a edades avanzadas mejora el bienestar de la persona
En 2030 habrá, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 1.400 millones de personas mayores de 60 años en el mundo frente a los mil millones de 2019, lo que supone un incremento del 34% en solo diez años. Esta tendencia también se observa en España, donde, tal como indican los datos del Instituto Nacional de Estadística, el número de personas mayores de 65 años aumentó un 15,1% de 2011 a 2021, hasta alcanzar los 9,3 millones (frente a los 8,1 de 2011).
En este contexto, llevar un estilo de vida saludable contribuirá a mejorar nuestra calidad de vida conforme vamos cumpliendo años. Como explica Julio Maset, médico de Cinfa, «no se trata solo de vivir más años, sino también de vivirlos bien, de esquivar, en la medida de lo posible, los obstáculos e incapacidades que nos puedan impedir disfrutar de una calidad de vida adecuada y, de esta forma, continuar participando de manera activa en la vida social y familiar en la tercera edad».
Se considera envejecimiento saludable al mantenimiento a edades avanzadas de las capacidades funcionales que hacen posible el bienestar de la persona y su interacción con el entorno físico, social y político. «Existe la vieja y errónea creencia de que, de mayores, debemos resignarnos a la enfermedad o la discapacidad. Sin embargo, numerosos problemas de salud –como los cardiovasculares, los metabólicos o las dificultades en la movilidad, entre otros– se pueden prevenir o, al menos retrasar su aparición, por medio del ejercicio físico, una buena alimentación y, en general, unas pautas adecuadas de autocuidado. Es importante también seguir en tiempo y forma las revisiones aconsejadas por nuestro médico para detectar y corregir lo antes posible cualquier problema», afirma Maset.
Por tanto, si bien mantenerse activo mentalmente es importante durante toda la vida, se torna fundamental en esta etapa, y podemos lograrlo mediante actividades intelectuales como la lectura o la escritura. Igualmente, involucrarse en la vida social y familiar contribuye a conservar lo más intacta posible la capacidad funcional de la persona. «En este caso, se cumple más que nunca aquella famosa expresión latina ‘’mens sana in corpore sano’', porque un buen estado de salud a nivel mental y emocional es el punto de partida para aceptar y aplicar el resto de medidas para cuidarnos», resume el experto.
Por último, seguir un estilo de vida saludable debería ser uno de los propósitos ineludibles. «Si no lo hacemos antes, nunca es tarde para adquirir un buen hábito: cuidar nuestra dieta, abandonar hábitos tóxicos como el tabaco y el alcohol y realizar ejercicio de manera regular constituyen los tres vértices del triángulo en cuyo centro se halla nuestro bienestar».
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