Etapas del ginecólogo

Es de vital importancia entender que las necesidades de las mujeres no son las mismas a los 20 años que a los 60.

Las visitas a dicho especialista no siempre van precedidas de una enfermedad o molestia, sino que debemos de ir un paso por delante. La doctora Virginia Engels Calvo nos cuenta cómo sus pacientes van pasando por diferentes etapas y la importancia de visitar a nuestro ginecólogo con regularidad para poder trabajar con la mejor arma que tenemos los médicos: la prevención.

Cuando a los 20 años surgen dudas sobre la toma de anticonceptivos o los riesgos de las enfermedades de transmisión sexual, el ginecólogo debe ser nuestra principal fuente de información. A esa edad son fundamentales los citologías para la detección del virus del papiloma humano o el diagnóstico precoz de enfermedades como el ovario poliquístico.

En la década de los 30 las consultas por problemas de fertilidad son el motivo principal y es ahí cuando un correcto diagnóstico en los años previos puede otorgarnos el éxito a la hora de tener un hijo. En España una de cada seis parejas tiene problemas a la hora de quedarse en estado y a la mayoría de las mujeres les gustaría haber sido informadas años antes sobre, por ejemplo, la congelación de óvulos.

Las mamografías para la detección del cáncer de mama tienen su indicación a partir de los 40, aunque será nuestro doctor quien nos tendrá que informar del momento y frecuencia con la que deberemos hacernos dichos exámenes.

La menopausia en las mujeres es una época de cambios tanto físicos como emocionales, y será el ginecólogo el que mediante un correcto diagnóstico y tratamiento nos ayudará a sobrellevar esta etapa de la mejor manera posible.

Todas estas fases en la mujer requieren de un correcto seguimiento por parte de un especialista, y como siempre digo a mis pacientes: qué hay mejor que tener salud y cuidar de ella.