Enfermedades infecciosas
Más comunicación mejora la vida del paciente con VIH
Algunos síntomas de las personas con esta enfermedad no son identificados por el equipo médico
Hay grandes diferencias en las percepciones que tienen médicos y pacientes sobre el VIH. El equipo médico que atiende a las personas con VIH considera que existen problemas asociados a esta infección que deben ser atendidos y gestionados para garantizar una buena calidad de vida a largo plazo. Es el caso de los problemas de salud mental y sistema nervioso central, y otras comorbilidades relacionadas con el sistema cardiovascular y renal. Por ello, fomentar e implementar herramientas que favorezcan la comunicación entre estos pacientes y sus médicos es fundamental para profundizar en las preocupaciones que les afectan.
Estas han sido las principales conclusiones de la «Jornada Diálogos aVIHertos: el poder de la comunicación entre el paciente y su equipo médico en el VIH» celebrada con la colaboración de Gilead. En este sentido, ante la falta de indicadores concretos, se hace más necesario que nunca mantener una comunicación fluida para comprender aquellos síntomas y percepciones que impactan en la persona con VIH y lograr mejorar su abordaje terapéutico. Todo ello optimizará la atención: evita reingresos, complicaciones, falta de adherencia, abordaje de otras comorbilidades o detección de otros procesos sociosanitarios.
«En este proceso de comunicación también juega un papel fundamental la enfermería, que contribuye a optimizar la comunicación entre las personas con VIH y los profesionales de la salud», como Juan Miguel Castro, del Hospital La Paz, explicó durante la jornada.
Educación y apoyo
Los enfermeros ponen la cara más humana de la atención, realizando una labor de acompañamiento, educando al paciente y a su entorno. Son un agente imprescindible para el día a día de una patología crónica. Además, contribuye a mejorar la adherencia al tratamiento, al bienestar psicológico y a trabajar contra el estigma social.
Por su parte, los Pares (pacientes con VIH que tienen una experiencia en la enfermedad, y que complementan la labor realizada en las unidades hospitalarias) ofrecen ese apoyo necesario para que el paciente navegue por el sistema y haga frente a sus inquietudes y dudas de la mano de expertos que ya han pasado por este proceso y resultan de gran ayuda.
Según María Jesús Pérez Elías, del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, «los modelos científicos desarrollados para predecir las futuras comorbilidades en estos pacientes anuncian que para el 2030 el 78% desarrollará una enfermedad cardiovascular, el 17% diabetes y el 17% algún tipo de tumor. Por eso es necesario establecer procesos y aplicar planes con el fin de abordar las comorbilidades desde un punto de vista integral poniendo al paciente en el centro».
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