Salud
Seis alimentos que pueden ayudarnos a mantener el calor corporal dentro de la la cama
La manera de obtención del producto o la forma en la que se consumen influyen en su aporte calorífico al organismo
La llegada del mes de noviembre no sólo ha traído ya las primeras luces de Navidad en algunas ciudades sino que también ha supuesto una drástica bajada de temperaturas, sobre todo en esta última semana, en la que está previsto que aparezcan las primeras nieves del año. Esto, unido a la temida subida de precios por la crisis energética, ha hecho que muchos españoles busquen formas de optimizar el consumo de electricidad y calefacción, mejorar en la medida de lo posible el aislamiento de la vivienda, bajar un par de grados el termostato o dilatar la puesta en marcha de la caldera y estar más abrigado en casa. Otros trucos pueden ser ventilar la casa de día, y no más de 5 minutos, para aprovechar el calor del sol (si lo hay), bajar las persianas cuando cae la tarde para que mantenga la temperatura del interior de la casa o sellar los interruptores o rendijas que dejan escapar el calor (por ejemplo por debajo de la puerta de la calle)...
Pero, ¿y si hubiera una manera de mantener el calor corporal? Los pies es la vía de escape de calor más frecuente. Si logramos que los nuestros estén calientes, habremos ganado mucho. Después, hay algunos tips que pueden contribuir a mantenernos calentitos. Las comidas calientes y contundentes contribuyen a ello porque ayudan a recuperar temperatura y si las digestiones son largas, el cuerpo estará funcionando más tiempo y por lo tanto generando calor.
De hecho, hay alimentos que enfrían y otros que calientan, todo en función de una serie de factores. Si el alimento se cocina a fuego lento, en el horno, salteado, con sal o aderezos como el miso o el shoyu darán más calor que una ensalada, un plato cocido o uno macerado.
La manera de consumir los alimentos también influye. La masticación sirve para deshacer los alimentos y predigerirlos. Al masticar los calentamos pero los hacemos más digestivos, energéticos y alcalinos.
Los frutos que se producen en la tierra o cerca de ella y tienen un crecimiento lento, aportan más calor que los que lo hacen de forma rápida. Es decir, un boniato o calabaza son más reconfortantes que el tomate o el calabacín. En verduras como el puerro, la parte verde es más depurativa y la que está más cerca de la raíz tiene un mayor aporte calórico. Si es ecológico, también aportará más calor. En cambio, a pesar de lo que se cree, los alimentos extremos provocan el efecto contrario. SI bien es cierto que los productos y las especias son caloríficas, un consumo excesivo provoca que a largo plazo nos enfríe. Algo similar a lo que ocurre con el alcohol, explica en su web Aída Lurola, Naturópata, especializada en cocina saludable.
Por tanto, los seis alimentos que más ayudan a mantenerse caliente son:
Nueces. Comer un puñadito antes de acostarse puede acelerar el metabolismo y elevar la temperatura corporal. Además contienen melatonina, una hormona natural que contribuye a conciliar mejor el sueño.
Canela. Este producto además de estar en la lista de afrodisiacos naturales, está muy asociado al invierno, porque aumenta el calor del cuerpo cuando hace frío, por lo que es perfecta para tomarla antes de dormir.
Avena. Además de ayudar a conciliar el sueño debido a la melatonina, s alto contenido en salvado y fibra hace que la digestión sea más lenta y que el cuerpo libere energía. Así que, además de ser un alimento tradicional para el desayuno, también puede contribuir a pasar una buena noche.
Plátanos. Esta fruta tiene muchas propiedades debido a la vitamina B y el magnesio que contienen y ayudan al correcto funcionamiento de la tiroides y las glándulas suprarrenales, regulando así la temperatura corporal en climas fríos. Los altos niveles de magnesio también ayudan a que los músculos se relajen y contribuyan a conciliar el sueño.
Jengibre. Es un vasodilatador. Relaja los vasos sanguíneos, aumenta el flujo de sangre y, por lo tanto ayuda al cuerpo a calentarse.
Zanahorias. Es uno de los productos de lento crecimiento que se desarrollan bajo tierra. Al ser un vegetal de raíz, hace que el cuerpo consuma más energía durante la digestión y como consecuencia de ello aumenta la temperatura corporal. Las zanahorias también promueven el sueño, gracias al alfacaroteno y el potasio.
Así que el menú ideal para la noche (personas a diete abstenerse) sería un pastel de zanahoria, elaborado a base de avena, con canela y jengibre y cubierto de nueces trituradas y plátano.
✕
Accede a tu cuenta para comentar