Mesa redonda

Así se logra una farmacia más eficiente gracias a la digitalización en red

Boticarios y expertos en innovación analizaron los desafíos y las oportunidades que crean las nuevas tecnologías para el sector farmacéutico

El sector farmacéutico español puede presumir de ser uno de los más eficaces del mundo, gracias a un engranaje perfectamente consolidado. Sin embargo, a diario los profesionales de la botica se enfrentan a grandes desafíos que ponen en jaque su labor asistencial y su solvencia económica, tal y como ocurre con el desabastecimiento de algunos medicamentos y la venta online de productos de parafarmacia. En ese escenario, la tecnología y las nuevas herramientas digitales se presentan como la solución más eficiente que puede cambiar las reglas del juego. Así se puso de manifiesto en la mesa redonda celebrada el pasado martes en LA RAZÓN bajo el título de «Estrategias innovadoras de digitalización farmacéutica» y en la que participaron diferentes agentes del sector como Ana de Jorge García, farmacéutica con más de 27 años de experiencia; Magdalena Colino González, farmacéutica y vicepresidenta de la Asociación de Empresarios de Farmacia de Madrid, Adefarma; Luis Martín Lázaro, cofundador de LUDA Partners, la red digital de farmacias, y Andrea López de Vicuña, desarrolladora de negocios en la web 3.0 y en el metaverso.

A pesar de que, erróneamente, se piensa que el sector farmacéutico es muy tradicional, los profesionales de la botica tienen muy claro que subirse al tren de la tecnología resulta imprescindible. «Sin soluciones digitales no podríamos dar el buen servicio que damos. Siempre hemos estado dispuestos a implantar las nuevas herramientas que se nos han ido poniendo a nuestro alcance, ya que eso nos da una rapidez y una conectividad imprescindible en el día a día. Sabemos que una farmacia aislada no tiene futuro, pero lo cierto es que cada vez estamos más ahogados económicamente, por lo que en muchas ocasiones cuesta dar el paso y probar esas nuevas herramientas», reconoció De Jorge García. Prueba de ello es que, tal y como aseguró Colino González, «los farmacéuticos somos conscientes de que la digitalización es algo trascendental en nuestro futuro profesional, aunque sin olvidarnos de lo físico. Estamos abiertos a seguir aprendiendo y prueba de ello es que en el año 2017 desde Adefarma ya detectamos el problema de la falta de conexión entre boticas».

Una red interconectada

Es ahí donde entra en juego una solución como la que ofrece LUDA, ya que «se trata de una red de interconexión de farmacias en tiempo real. La mayor ventaja de la farmacia española es su capilaridad, con 22.000 boticas distribuidas por toda la geografía nacional, con profesionales muy bien cualificados y un stock en tiempo real de productos perfectamente controlados. Eso tiene un valor determinante, sobre todo ahora, cuando el consumidor se ha acostumbrado a que le traigan todo a casa. Pero si cada farmacia es una isla que no está comunicada con el resto, el engranaje no funciona, por eso LUDA propone crear una gran red nacional de farmacias perfectamente conectadas entre sí gracias a la tecnología. Y esto vale para todo, tanto para el desabastecimiento de fármacos como para la atención farmacéutica, las ventas de parafarmacia...», explicó Martín Lázaro.

Porque la tecnología tiene tantas facetas como utilidades se quieran aplicar, tal y como insistió López de Vicuña, quien hizo hincapié en que «aunar todas esas facetas es lo que se propone ahora con el Metaverso, donde el farmacéutico tendrá un papel esencial, ya que podrá dar un asesoramiento veraz y de confianza al usuario, pero de un modo interactivo y virtual».

Y es que en el ADN del farmacéutico está su labor asistencial, algo que no se pierde con las nuevas tecnologías, sino que, por el contrario, se potencia. «Las herramientas digitales nos permiten cumplir con esa asistencia de manera mucho más eficaz. Ahora nuestro gran desafío es el desabastecimiento y poder encontrar un fármaco que tú no tienes en apenas unos minutos y darle una solución a ese paciente diciéndole dónde puede adquirirlo nos llena de satisfacción», apuntó De Jorge García. Pero también está la faceta de información fiable, «algo que vemos que también se potencia, porque ya recibimos consultas de los más jóvenes a través de aplicaciones de mensajería instantánea o de las redes sociales. El paciente siempre nos tiene a su disposición y la digitalización es una ayuda extra para que podamos dar ese consejo farmacéutico tanto de forma presencial como virtual», aseguró Colino González.

En esta línea, Martín Lázaro insistió en que «el valor añadido de la farmacia es ese prestigio que tienen sus profesionales, por eso las herramientas digitales les facilitan las tareas repetitivas que le roban tanto tiempo para que se dediquen a esa labor asistencial». Pero, tal y como reconoció López de Vicuña, «percibo que hay cierta reticencia a adaptar la digitalización por parte de las farmacias, sobre todo de dar el primer paso, porque creen que implica un gran esfuerzo de formación o de tiempo. Sin embargo, la tecnología lo que hace es precisamente ayudar y agilizar todo». Prueba de ello es que, según apuntó Martín Lázaro, «de las 2.400 farmacias adheridas a la red de LUDA, el mes pasado realizaron 5.000 encargos de medicamentos entre las unas y las otras, lo que prueba es una cuestión tangencial para ellas y algo muy útil. Me llena de orgullo ver con esos datos que nuestra herramienta les soluciona su día a día».

Ventajas económicas

Ante las dificultades económicas que pasan las farmacias, el empleo de la tecnología también se presenta como una ventana de oportunidades. «Económicamente nos resulta inviable aplicar toda la digitalización que está a nuestro alcance porque cuesta mucho dinero», lamentó De Jorge. Sin embargo, Martín Lázaro le recordó que «la ventaja de la digitalización es que es muy democrática. Pero, parafraseando a Newton, si quieres ver más lejos hay que subirse a hombros de un gigante. Y en el negocio de la venta online los gigantes son los laboratorios de parafarmacia, pero ellos necesitan a la botica de proximidad y su prestigio para llegar con rapidez y con solvencia al cliente final. La unión de las 22.000 farmacias en red marcará la diferencia y convierte a esta fórmula en imbatible. No se trata de competir en precio, sino de dar el servicio que la gente pide, marcado por la agilidad, la cercanía y la confianza derivada del prestigio farmacéutico».

De hecho, tanto De Jorge García como Colino González hicieron alusión a una faceta clave en este sentido, «ya que nadie mejor que el farmacéutico para conocer su barrio y, por tanto, adaptar su venta online a las necesidades concretas que surgen en su zona y aportar esa información adicional que mejora la salud de los clientes». Y aquí la tecnología vuelve a jugar a favor del boticario, pues «el análisis de todos los datos permitirá al farmacéutico saber qué productos se demandan más, qué temporalidad tienen y, por tanto, anticiparse u ofrecer productos personalizados a sus clientes, dando un servicio de mayor calidad».

El futuro resulta prometedor, pero quedan grandes retos que afrontar, «como la mayor formación tecnológica de los farmacéuticos y apostar por la homogeneización de las herramientas empleadas que nos permitan comunicarnos de forma más eficaz con los pacientes y con los médicos y la administración», apuntó Colino González. Porque si hay algo en lo que coincidieron todos fue en que «la digitalización es imparable e irá a más. Y la farmacia tiene una posición privilegiada para sacarle el máximo partido», concluyó Martín Lázaro.